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Opinión

“Las universidades no pueden estar sujetas a regulaciones asfixiantes. ¿A quién se le ha ocurrido que debe haber límite de edad para ser profesor?”.

El nuevo ministro de Educación debería replantear la Sunedu o proponer su eliminación. Se hace necesaria, además, una profunda revisión de la Ley Universitaria.

La Sunedu busca asegurar un mínimo de calidad en la educación superior. Pero ¿dónde está la evidencia que sugiere que la excelencia académica es resultado de algo parecido a la Sunedu? Ni Cambridge, Harvard o las “buenas” universidades peruanas han prosperado debido a la supervisión o intervención estatales.

Algunos dicen que la Sunedu debe existir porque los títulos universitarios son a nombre de la nación. Pero ¿por qué los títulos deben ser a nombre de la nación? En los Estados Unidos, que concentra más de la mitad las 50 mejores universidades del mundo, de acuerdo con diversos ránkings, los títulos los expide cada universidad.

La educación es un derecho, al igual que la alimentación y la salud. La educación privada es resultado del intercambio voluntario entre quienes buscan educarse y quienes ofrecen educación. No es un pecado hacer dinero a través de la provisión de educación, así como tampoco lo es que los restaurantes vendan comida o que las clínicas privadas cobren por las consultas. La búsqueda de lucro no reduce per se la calidad educativa. El Estado debería eliminar las ventajas tributarias de las instituciones sin fines de lucro, y dejar en libertad a los proveedores privados de educación a organizarse como mejor les parezca.

El papel de la educación pública debería ser asegurarse que personas hábiles y ambiciosas se eduquen sin importar sus medios económicos. Debería haber un examen nacional que sirva como factor decisivo para ingresar a la universidad. Asimismo, las universidades públicas deberían financiar investigación y suplementar los esfuerzos privados. Un tercio de los ingresos de Oxford provienen de fondos públicos para investigar.

Las universidades no pueden estar sujetas a regulaciones asfixiantes. ¿A quién se le ha ocurrido que debe haber límite de edad para ser profesor? A PPK lo habrían jubilado. ¿Por qué el Estado debe dictar los contenidos de los cursos de cada carrera en cada universidad? ¿Por qué se debe obligar a los profesores a tener maestrías y doctorados? La única consecuencia tangible de esa regulación será la explosión de maestrías y doctorados de ínfima calidad para “cumplir” con la norma.

La Sunedu debería limitarse a que los postulantes a “buenas” y “malas” universidades sepan cuáles son los ingresos y la empleabilidad de los egresados. La Sunedu es incompatible con la autonomía universitaria y la libertad educativa.


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