Fritz Du Bois,La opinión del director
director@peru21.com
Un candidato en Chiclayo, al referirse al túnel de Olmos, dirá que es un experto ingeniero y, luego, al proponer la ‘solución’ para la problemática de salud se presentará como cirujano.
Al final, cuando sea elegido parlamentario y la gente se dé cuenta de que ha sido embaucada, él lo negará y dirá que estudió 3 o 4 carreras en simultáneo. Total, con el cheque en blanco que el Pleno les ha dado a todos los impostores y farsantes para engañarnos no tendría ni siquiera que molestarse en justificarlo.
Igual ocurrirá con violadores, estafadores y con los acusados por homicidio, terrorismo o robo agravado que se ‘olvidarán’ de incluir esos ‘errores’ en la hoja de vida que entreguen al jurado. Cuando asuman como parlamentarios y salte a la luz su prontuario le echarán la culpa al personero, argumentando que el pobre estaba estresado.
En cualquier caso, el Congreso le está diciendo a los peruanos ‘piña, pues, por tontos han sido engañados’, así que tendremos que soportar a criminales, proxenetas y embusteros redactando leyes los próximos años. Peor aún, en la siguiente elección los partidos irán a buscar candidatos al penal de Lurigancho, ya que tienen el perfil adecuado.
Por otro lado, solo un día después de que uno de los que fuera blindado –Wilder Ruiz, con decenas de acusaciones penales– haya jurado al Pleno que nunca había dicho que había terminado su carrera –solo estuvo tres ciclos– y que fue un error administrativo el título consignado, aparecen oficios que ha firmado con un sello de Economista en la empresa azucarera cuya posesión se viene disputando a balazos. ¿Qué dirán los ‘otorongos’? Seguramente que es cosa juzgada, por lo que el mentiroso se ha salvado. Qué caraduras son nuestros parlamentarios.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.