Nano Guerra García,Opina.21
nano@somosempresa.com.pe
La sociedad tiene un estereotipo muy marcado de lo que es o debe ser un hombre de negocios. Es común la crítica en la cual se le sataniza, se le considera como un gran egoísta que se dedica al lucro y a la ganancia personal únicamente.
Sin embargo, si uno analiza bien el tema, se puede ver que no solo este concepto es falso, sino que el dedicarse a los negocios es un acto ético y de mucha responsabilidad social. Ser un emprendedor implica valorarse, pues uno no se hace cargo de aquello que no valora.
Cuando una persona decide avanzar, salir de una condición de miseria luchando, está demostrando autorresponsabilidad, dedicación y una conciencia de su realidad. Esto no se puede hacer sin concentrarse en uno, sin una autoestima grande, pues ello es clave para tomar una posición de liderazgo en una empresa.
Si uno reconoce sus limitaciones, pero se valora y, aun así, cree firmemente en sus capacidades, puede avanzar entonces en sus proyectos con entrega.
Estaría evitando, además, que otros se sacrifiquen por él o que le entreguen lo quitado o solicitado por otras personas, y no hay nada menos egoísta que esto.
Es importante que un emprendedor aprenda a valorarse; hay que cultivar el buen egoísmo y el amor propio como base de cualquier hombre de negocios, y perpetuar este nuevo punto de vista.
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