Nano Guerra García,Opina.21
nano@somosempresa.com.pe
Hace unos días leí un artículo sobre enanismo empresarial, escrito por el economista Carlos Casas, donde afirma que tantos emprendimientos no siempre es positivo para el país por la alta tasa de mortandad empresarial que existe.
El análisis olvida que muere la empresa, más no el emprendedor, porque se puede tener éxito con un segundo o un tercer negocio.
Otro de los puntos que me llamó la atención se refiere a que las pyme tienen una baja productividad por no tener economías de escala, como sucede en Italia, Japón y EE.UU. donde se forman cadenas de valor.
Estamos de acuerdo con el economista, solo cuando señala que el país necesita cadenas productivas que permitan la existencia de las pyme, si no estaríamos condenados a ser un país con dos o tres empresarios. Las grandes empresas alguna vez fueron chicas.
Pero lo que nos parece errado en el artículo, es la recomendación al gobierno de evitar normas que estimulen a las pyme, porque podría ser un incentivo perverso y alentaría al ‘enanismo empresarial’.
La gran pregunta es: ¿Hay incentivos del gobierno? La respuesta es un no rotundo. Lo que hay son licencias abusivas, inseguridad, municipios burócratas y una lista interminable de desincentivos perversos.
Los emprendedores deberíamos desarmar todos los paradigmas que impiden entender quién y cómo se genera la riqueza del país.
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