Adolfo Guevara,Opina.21
No se conoce su origen. Era raro antes del siglo XX. Por algo inexplicable, es uno de los tipos de cáncer más frecuentes en varones de 15 a 40 años. Es más común en gente de raza blanca del norte de Europa; en la raza negra es poco frecuente. Hay factores de riesgo, como haber padecido el mal en el otro testículo, antecedentes familiares cercanos y antecedentes de criptorquidia (falta de descenso en un testículo, que aumenta 14 veces la probabilidad de padecerlo). Usualmente se siente una pelotita en uno de los testes. Nunca se debe hacer biopsia, solo un control ecográfico a las dos semanas. Si se nota un incremento, se pide una serie de marcadores tumorales que normalmente son negativos, pero que al tener la enfermedad son positivos. Hay dos tipos de tumores: seminomas y no seminomas. Los primeros tienen mejor pronóstico y diseminación linfática (más lenta), los otros son agresivos. Tiene un promedio de curación sobre el 90%; cuando es diagnosticado temprano es casi del 100%. Se usa regularmente una cirugía radical. Según su estadio, se harán necesarios agentes quimioterápicos.
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