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"El artista tiene que ser comercial"

“Soy bien ecléctico: en mi carro hay dos discos de salsa, dos de rock, uno de reggaetón y uno de música clásica. de una pieza de Tchaikovsky paso a una cumbia acelerada”, nos dice Jesús Alzamora, quien actúa en ‘Rocanrol 68’.

Foto: César Fajardo.
Foto: César Fajardo.

Jesús Alzamora,Actor
Autor: Gonzalo Pajares.
gpajares@peru21.com

Jesús Alzamora es mago, escritor, conductor de televisión y, como actor, es uno de los protagonistas de Rocanrol 68, la película de Gonzalo Benavente que se acaba de estrenar. Allí tiene el rol de un melómano adolescente enamorado y conflictuado. Vaya sazón.

¿Qué tan rockero eres?
Un montón. Siempre he escuchado a bandas como los Rolling Stones y los Beatles, pero a raíz de la película me he dado cuenta de que no era nada rockero. Allí, a Guille, mi personaje, le gustan más los Stones que los Beatles… y a mí también.

¿De adolescente eras tranquilo o rebelde?
Bien pesado, lacroso. Fui, dentro de los límites, un adolescente rebelde: nunca entré en drogas, pero tenía vocación por joder a la gente… me encanta, pero ya maduré, aunque siempre jodo a mi novia, a mis patas. Soy una persona que hinca todo el día.

¿Te tocó vivir situaciones similares a las que se ven en Rocanrol 68?
Sí. Los adolescentes nos parecemos demasiado. Si a los 16 hubiera tenido seguridad y los conocimientos que tengo hoy, a mis 28 destruiría, habría sido un rockstar. Sin seguridad, sin experiencia, uno es un tonto que siempre pisa en falso. En la cinta hay tres chibolos que están viviendo sus primeras historias: uno piensa que sabe más de lo que en realidad conoce, otro juzga a la gente por su música, otro no sabe cómo abordar a la chica que le gusta. De adolescente yo era muy tímido, pero luego me di cuenta, en parte gracias a mi papá, de que las chicas quieren un hombre seguro. Claro, suena fácil decirlo ahora, pero para eso uno tiene que haber recibido muchos golpes.

¿Te gusta lo caleta?
Sobre todo en los libros. Cuando empecé a escribir, miraba con desprecio los libros de Coelho, los textos de autoayuda, porque los consideraba literatura tonta, pero ahora soy más tolerante y respeto a la gente que los escribe y que los lee. Por ejemplo, yo no hago escarnio de Alejandra Baigorria y su libro. Yo no leería su texto, pero tampoco voy a criticar a quien lo haga. Es más, me pasa a mí: si yo tengo dos libros publicados, por qué otros no. Todos tenemos derecho a escribir un libro.

Rocanrol 68 está ambientada en La Punta…
Así es. Y su atmósfera le ayudó a la cinta. Pero habla del Perú y su gente. Por ejemplo, Manolo, el personaje principal de la película, quiere ser director de cine, pero se dice que no podrá serlo porque es peruano. Muchos hemos vivido una situación similar. Y no solo es peruano, vive en La Punta, un lugar precioso pero aislado: él y sus amigos no pueden ir a conciertos, se perdieron a Los Saicos, están desesperados porque quizás se pierdan a Los Yorks.

¿Cómo ves a Rocanrol 68?
Es una historia de amor, de amistad, de rock y, detrás de todo esto, habla de la búsqueda de la libertad, es un canto a la libertad. Gonzalo Benavente, el director, es un rockero empedernido. Nos hizo escuchar mucho rock peruano, a bandas como Los Saicos, Black Sugar, Los Yorks, Traffic Sound, Los Shains, etcétera, y todo su espíritu se siente en la película. Como verás, la cinta me ha encantado.

Se están haciendo varias películas en el Perú…
Sí, vivimos un despertar del cine local y, sobre todo, una reconciliación con el público. Asu mare ha recibido muchas críticas, sobre todo de gente que no sé qué ha filmado en su vida como para criticar tan duramente, pero logró algo muy difícil: que el peruano vea su propio cine. Antes, a las cintas locales no iba nadie. Y esto nos ha beneficiado a los que venimos detrás. Hoy las empresas miran el cine y, como han comprobado que da plata, se atreven a invertir en el producto local. Igual, yo no creo en el chauvinismo, en eso de “apoya el cine peruano porque es peruano”, no; apoya el cine peruano solo si la cinta te parece buena, pero al menos tenemos el beneficio de la duda.

A las salas les falta ponerse las pilas: les gusta sacar de cartelera a las películas locales…
Sí, sé que hubo un chongo con El espacio entre las cosas. Entiendo que para ellos es un negocio, pero que digan la verdad, que te digan de frente: “No te quiero poner porque no me representas plata”, pero no fregarle el trabajo de varios años a la gente comprometida con el trabajo cinematográfico.

Rocanrol 68 es una película comercial…
Yo la veo así, y creo que una película debe ser comercial. Me parece una tontería eso de diferenciar ‘cine de autor’ de ‘cine comercial’. El ‘cine de autor’ debería ser comercial, y el ‘cine comercial’ también tiene un autor, alguien que la planeó, que la hizo a partir de una idea. El artista tiene que ser comercial para que su mensaje pueda llegar a más personas y, de esa forma, pueda vivir de lo que hace. Y esto no significa ser un vendido. Ese es el problema de muchos artistas en nuestro país, no solamente cineastas, que no quieren ‘venderse’. Hermano, contrata un gerente de marketing que realice esa chamba por ti, y así vas a poder vivir mejor y la gente va a ver tu obra.

AUTOFICHA

- Me encanta joder. En Polizontes he desarrollado una dinámica donde me burlo de mí mismo y molesto a la gente, pero sin dejarla en ridículo. Es un espacio divertido.

- Soy cinéfilo en el sentido de que me gusta mucho ir al cine, pero si me preguntas quiénes son los hermanos Cohen, me agarras en la calle.

- Ya no estoy en Al fondo hay sitio, pero la gente aún me recuerda por la serie. Si un personaje suena, puedes ser encasillado, pero yo he sabido aprovecharlo.


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