Emilia Drago,Actriz y bailarina
GONZALO PAJARES
gpajares@peru21.com
En Mimí y el monstruo de la noche –la obra infantil que los sábados y domingos, a las 4 p.m., se presenta en la Universidad del Pacífico (Jesús María)–, Emilia Drago es una preocupada madre de familia. En la vida real, Emilia está feliz y no descarta la idea del matrimonio ni de la maternidad. De esto y más hablamos en esta entrevista.
¿De niña creías en monstruos?
Siempre le he tenido miedo a la oscuridad… hasta hoy. Vivo en casa de mis papás, y a cada paso voy encendiendo una luz (ríe).
¿De niña te decían que si te portabas mal iba a venir el cuco?
Mis padres no eran de meternos miedo a mí y a mis otros cuatro hermanos, y estos no eran crueles conmigo, al contrario, me cuidaban pues era la última. Claro, también me he agarrado a golpes con ellos, nos pellizcábamos…
Confiesa, te hacían _*bullying_…*
Seguro (ríe). La verdad, fuimos muy unidos: un día nos peleábamos, pero al rato ya estábamos jugando: es divertido tener muchos hermanos. Mi hermana mayor me agarraba de su muñeca: me peinaba, me vestía, y si alguien me metió la idea del cuco, sospecho que fueron ellos (ríe).
¿Eras una niña engreída?
Sí, pero no tanto. La gente no me cree, pero como era la última de cinco, ya mis papás estaban cansados de los niños (ríe). Y tampoco me sentí sobreprotegida: siempre me ha gustado ser independiente.
¿Eres malhumorada?
A veces. No hago ni rabietas ni grito, pero sí pongo cara de poto (risas). Mi mal humor aleja a la gente, prefiero que no me hablen. Felizmente, no me pasa con frecuencia. Y más que malhumorada, he estado deprimida. ¿Por qué? Por penas de amor, y la depresión hace que te pongas agresivo. Pero, ahora que estoy superbién eso no pasa.
¿Te has deprimido muchas veces por amor?
Muchas no, algunas. ¿Enamoradiza? No, pero siento que me he deprimido por situaciones por las que no debí hacerlo.
¿A tus 24 años, ya has tenido varios ‘amores para siempre’?
No. Siento que eso me pasa hoy con Diego (Lombardi, su novio). Con él hasta he pensado en casarme. Me proyecto, pues.
¿Qué le has visto a ese viejito?
(Risas). No seas malo, tiene solo 38 años. El otro día me preguntaron si me gustaría casarme y dije que sí, pero eso no significa que sea ahora (y, en eso, interviene la mamá de Emilia: “Vamos a tenerle que ponerle una trampa al hombre, si en 38 años no se ha casado, imagínate. Yo ya le dije a Emilia: ‘Si no te casas, no te vas de la casa’”. Y todos reímos). ¿Te diste cuenta? Mis padres son bien conservadores, por eso no me ponía hilo dental para bailar en El gran show.
Con 24 es muy poco para casarse.
¿Te parece? No hay edad para casarse. Antes, la gente se casaba muy joven y resistía el matrimonio, hoy, en cambio, está de moda separarse, y quizás esto pase porque la gente no está en verdad comprometida. Yo no le corro al compromiso, además, a mi edad, a diferencia de algunas de mis amigas, he hecho muchas cosas: trabajo desde adolescente y pocas cosas me asustan, y dentro de ellas no está el matrimonio. Yo creo que el secreto es ir con fe; qué otra cosa me queda (risas).
Como Diego es actor, tu romance se ha hecho mediático…
No nos molesta que en la calle nos tomen una foto, que nos pregunten cómo nos llevamos… estamos tan bien que no nos interesa contarlo. Además, somos conscientes de que somos personas públicas y que nuestra vida les puede interesar a los otros. Diego y yo somos bien transparentes, lo que ven ante cámaras somos, y nos llevamos muy bien, tan bien que apenas llevamos 11 meses pero pareciera más. Dicen que cuando encuentras a la persona adecuada, todo fluye, todo es natural… y eso me pasa con Diego.
¿Y te ves como mamá?
Antes de los 30 me veo casada y siendo mamá, de todas maneras (risas). Yo quiero que mis hijitos tengan a su mamá joven… aunque sea a su mamá, porque su papá estará viejito (risas).
Y mientras llega tu hora de ser mamá, vas practicando el personaje en Mimí y el monstruo de la noche, la obra infantil donde hoy actúas….
Estoy practicando en Mimí… y con algunos sobrinos que tengo. Tengo harto feeling con ellos. Recuerda que yo empecé en la televisión haciendo un programa infantil y tengo mucha paciencia con ellos, me gustan. Es más, he trabajado haciendo shows infantiles: era bailarina del elenco ‘Las sirenitas’ (risas).
Dime, ¿qué hiciste con el dinero que ganaste por ser la mejor de El gran show?
¿Para la inicial de mi ‘depa’? No alcanza. Nos dividimos 50 mil soles entre dos, y los ‘depas’ están bien caros, no alcanza ni para la inicial… por eso, estoy ahorrando.
¿Eres competitiva?
Mucho: si no ganaba El gran show me daba un ataque peludo (risas).
AUTOFICHA
■ Ya me cansé de la universidad, ya quiero terminarla. Me pagué la PUCP. Solo estoy llevando los cursos electivos que me faltan; los obligatorios ya los llevé.
■ He sido una chica que andaba en combi, pero al segundo año de universidad me compré mi carrito. Los de las combis son unos abusivos.
■ Casi no gano El gran show. Víctor Hugo, el reportero, le gustaba mucho a la gente. Soy competitiva: si no ganaba el programa me daba un ataque peludo (risas).
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