Raúl Wiener

-César Lévano y Raúl Wiener en lugar de recriminarse como dos viejas despechadas porque el segundo le sacó la vuelta con Rolando Breña y Patria Roja al “maestro” –aquí solo basta llegar a muy viejo para que te endilguen ese título… Esa es la versión geriátrica de “doctor”– deberían renunciar a Diario Uno (o lo que era La Primera antes que Lolas les quite el logo) por elemental honestidad intelectual. ¿Cómo es posible que estos dos dinosaurios rojos anden sermoneando a todo el mundo y sigan al mismo tiempo trabajando en un medio tan vinculado a Martín Belaunde Lossio, un diario que en provincias acogotaba a las autoridades para servir a intereses turbios? No sean sinvergüenzas y aléjense de allí, en lugar de estar recriminándose adulterios (ideológicos). ¡O, si no, armen un “trío” con Breña! ¡Serían buen material para un libro de la hija de Wiener, reputada autora medio porno!

Carlos Meléndez,Persiana Americana El sábado pasado, en El Comercio, señalé que el fujimorismo –como el nacionalismo– surgió desde los márgenes del sistema, que suma lealtades estables inexistentes en otras fuerzas (pocas en el Apra) y que es el proyecto más enraizado socialmente (lo que duele a la izquierda). Raúl Wiener interpreta de mis argumentos que “Fujimori estaría encarnando algo así como un liberalismo popular, es decir, el mismo programa que el escritor (Vargas Llosa), pero con una implantación entre los pobres”.