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Opina 21

Venezuela inaugura una nueva era en las luchas políticas en América Latina. Antes los grandes cambios políticos eran violentos. Invasiones y revoluciones plagan la historia mundial. Es que las aristocracias eran élites militares y su violencia era, por tanto, un alto valor social (el coraje, el héroe). El liberalismo-capitalista le arrancará a la aristocracia este monopolio militar y hará ejércitos republicanos. El cambio fue inmenso. Las sociedades pasaron de ser milenariamente aristocráticas (militares) a ciudadanas (civiles).

Te pueden ocurrir dos cosas. Primero, puedes chocar. En medio de la tormenta perfecta, algunos empresarios deben pensar que eso es probable. La productividad, que creció a la cuarta tasa más dinámica del mundo gracias a las reformas de los noventa, cae desde 2008. Tuvimos a Humala, el peor gobierno desde Alan I o Fuji II, con lo que el crecimiento se redujo a la mitad; su herencia es pesada. El MEF ajustó innecesariamente. Se acabó el Súper Ciclo. No hay ni grandes proyectos mineros ni de infraestructura por entrar. De hecho, el mamarracho de Chinchero sería el único. La incapacidad política de este gobierno quedó clara de entrada. Y ahora tenemos la telenovela de Lava Jato.

Entre el 28 de marzo y el 30 de abril de 2006, se realizó en el Centro Cultural de San Marcos la exposición Manos Artesanas: 20 miradas para un nuevo imaginario, bajo la curaduría de César Ramos (1963-2017). Fue una apuesta por acercar la producción artística tradicional y la producción urbana.

La economía peruana tiene dos motores principales: la inversión privada y las exportaciones. Cuando una de ellas o ambas aumentan, crece la economía. La inversión privada cayó 2.3% en 2014, 4.5% en 2015 y 5.1%, 4.9% y 8.6% en los tres primeros trimestres de 2016. El primer motor está apagado. Las exportaciones crecieron 3.5% en 2015 y mantienen la tendencia en 2016. El segundo motor está sosteniendo el crecimiento, aunque a ritmos bajos.

La ministra de Justicia ha dicho que la autonomía real que el Ejecutivo otorgó a Julia Príncipe permitió que la Procuraduría Anticorrupción denuncie a Ollanta Humala y a Nadine Heredia.

El lector no encontrará gran novedad en estas líneas, sencillamente porque no la hay. No debemos olvidar que la pasada fue la elección más estrecha en resultados, 45 mil votos aproximadamente. Y esto tiene sus inevitables consecuencias. Llegó un partido debilucho, incipiente y con un plan de acción precario. El fujimorismo tenía propuestas más musculosas, pero ostenta aún un anti rabioso, furioso, irracional. Si Keiko Fujimori estuviera en el sillón de Pizarro, probablemente las cosas en nuestro país serían también turbulentas.

La esperanza es la carta más alentadora del ser humano. Solo la esperanza —que es una íntima ensoñación positiva— nos da ánimo durante el desconsuelo. Su complemento necesario es la acción, pero esta suele decepcionar porque la esperanza ideal es súbita y perfecta; en cambio la realidad es cambiante, imperfecta y de lenta construcción.

Cuando declaró “Tengo la convicción, hasta ahora, de que el general Daniel Urresti no es culpable ni directo ni indirecto del asesinato de Hugo Bustíos”, cruzó el límite que se había propuesto para defender los DD.HH. de las víctimas inocentes durante la lucha antiterrorista (1980-2000).

España celebra la Navidad en compás de espera del nuevo año político pues, por primera vez desde el retorno a la democracia en 1977, los resultados electorales no le otorgan mayoría absoluta parlamentaria ni al PSOE ni al PP. Los españoles tendrán que esperar varios días a que sus políticos ejerciten la cultura de la negociación para formar coaliciones de gobierno y repartición de cargos ministeriales, tras el gran caudal electoral que obtuvieron Podemos y Ciudadanos. Esta nueva realidad, de ser manejada con madurez, podría ser un estupendo regalo de fiestas para la sociedad española.

Las convicciones democráticas se han vuelto ociosas, dispersas; en cambio sus agresores, el populismo y el yihadismo, tienen claridad y avanzan. Esta indefinición debilita el único sistema que otorga libertad individual y beneficios materiales al pueblo. Mientras el populismo engaña con el espejismo del paraíso terrenal, el liberalismo otorga poco a poco soluciones materiales, a pesar de la corrupción de élites, de políticos y del infantilismo de pueblos victimizados. Aún así, hoy el pueblo tiene mejores condiciones de vida que en toda la historia humana, y las hambrunas existentes están arrinconadas y son combatidas.

Fiel a su estilo, la semana que pasó, Mauricio Mulder se burlaba de su colega nacionalista Fredy Otárola diciéndole “vamos a ver quién va a ganar las elecciones y si ustedes van a pasar la valla electoral, y ahí me voy a reír en tu cara”.

El Diablo está metido en los detalles y también en las billeteras. Aunque puede ser tomada como anécdota, la Mesa Directiva del Congreso que encabeza Ana María Solórzano perdió, otra vez, la gran oportunidad de demostrar sentido de las prioridades y manejo político. Regalar billeteras de cuero a 1,295 padres y 850 madres del Poder Legislativo no es solo una ostentación y una evidencia del despilfarro sino también una demostración de ignorancia sobre las necesidades de los trabajadores. Escuchaba a Verónika Mendoza en el programa de Patricia del Río que hace años se demanda un lactario o una guardería para los hijos de quienes laboran en el Parlamento. Eso sí les mejoraría su calidad de trabajo, es más, se estaría cumpliendo con la ley. Pero no. En vez de analizar el gasto y usar un presupuesto de manera adecuada, usan 335 mil soles de los tributos pagados por los peruanos para comprar billeteras Renzo Costa.

Si repasamos los últimos días en la política nacional, nos llevamos la certeza de que nos tratan como idiotas. El congresista del PPC Juan Carlos Eguren intenta dar clases de ginecología en casos de violación. Sus argumentos deleznables quieren “probar” que una mujer violentada no va a estar en el dilema de abortar o no. Confunde, no sé si deliberadamente, lubricación (que la produce el placer del sexo) con “moco vaginal” para asegurar que, como resultado de una perversión de esa naturaleza, no hay embarazos. La cereza de la torta la ponen Lourdes Flores, que el silencio le hubiera quedado mejor, y Castro, como presidente de ese partido.

En conferencia con los periodistas extranjeros, el presidente Humala aseguró que el asunto del espionaje chileno no quedaría sin consecuencias. “No tener una respuesta es una respuesta”, espetó a las autoridades chilenas el mandatario. Pues bien, la diplomacia chilena contestó y dijo lo que siempre ha dicho: ni admite ni consiente prácticas de esa naturaleza, aunque a reglón seguido asegura que continuará investigando.

Por: Nano Guerra García, Opina21 nanoguerra@somosempresa.com.pe