Iván Fandiño,Torero Autor: Gonzalo Pajares. gpajares@peru21.com
Juan José Padilla,Torero AUTOR: Gonzalo Pajares gpajares@peru21.com
Empezó la fiesta de los toros, y en el restaurante La Eñe se la celebra comiendo y bebiendo buen vino, todos con alma hispana.
Empezó la fiesta de los toros, y en el restaurante La Eñe se la celebra comiendo y bebiendo buen vino, todos con alma hispana.
Freddy Villafuerte,Empresario taurino Autor: Gonzalo Pajares. gpajares@peru21.com
Baldomero Cáceres V. Cronista taurino
Baldomero Cáceres V. Cronista taurino
Baldomero Cáceres V. Cronista taurino
Iván Fandiño,Torero Autor: Gonzalo Pajares. gpajares@peru21.com
Baldomero Cáceres V. Cronista taurino
Una nueva polémica se ha desatado en torno a las populares corridas de toros y a sus numerosos detractores, debido a un anteproyecto del Ministerio de Cultura que considera en la categoría de “artistas” a los banderilleros y matadores, encargados de clavar banderillas en el cuerpo del animal y acabar con su vida.
Cronista taurino
LA FIESTA El ganado llegó al Perú junto con los conquistadores españoles, en al primer mitad del siglo XVI. Ricardo Palma señala que Francisco Pizarro toreó en la Plaza Mayor de Lima, y, aunque no hay certeza de esto, lo que sí es verdad es que el 29 de marzo de 1540, en la Plaza Mayor, se desarrolló la primera corrida de toros de la que se tenga referencia. Se celebra la consagración de los óleos de la Catedral de Lima. Es decir, la fiesta de los toros es una tradición muy enraizada en el Perú pues tiene casi cinco siglos.
Con el torso desnudo y llevando ‘incrustadas’ banderillas, unos 25 jóvenes del colectivo Perú Antitaurino se manifestaron contra las corridas de toros, a un día del inicio de la Feria del Señor de Los Milagros, que se realiza cada año en la Plaza de Acho.
Por: Baldomero Cáceres Pudo ser la corrida del año, o de la década de no haberse venido a menos el festejo de cierre de la Feria del Señor de los Milagros 2011, tras el cuarto de la tarde. En este , el Fandi no estuvo entonado tras un mediocre tercio de banderillas; los silencios de Acho mantenían aún su ambición de gloria. Luego, por lo uno o lo otro, no se redondearía el misterio y cortaría, sin embargo, dos orejas con espíritu navideño.