Al menos treinta civiles murieron a causa del fuego de la artillería del Ejército de Ucrania contra un suburbio de Donetsk, denunció el jefe de las milicias separatistas prorrusas, Ígor Strelkov.
“Aún no se han removido todos los escombros. De modo que (las víctimas) pueden ser más. Los puestos de las milicias no sufrieron daños ni hay bajas entre los milicianos”, dijo Strelkov.
Según los separatistas, las fuerzas gubernamentales castigaron esta madrugada con fuego de artillería y cohetes la localidad de Marinka, uno de los suburbios de Donetsk, ciudad de casi un millón de habitantes.
El jefe del gobierno de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Alexandr Borodái, anunció que ha comenzado la evacuación de la población civil de Marinka y otros suburbios de Donetsk, ciudad que se ha convertido en el principal reducto de los separatistas.
Este jueves Borodái adelantó que cerca de 100,000 personas podrían ser evacuadas próximamente de distintas zonas de Donetsk.
BAJAS REBELDES
Por su lado, las fuerzas de seguridad ucranianas aseguraron este sábado haber matado a cientos de separatistas prorrusos en bombardeos aéreos contra la ciudad de Dzerzhinsk, en la cuenca de Donetsk, mientras que los insurgentes lo negaron.
El portavoz de la llamada “operación antiterrorista” lanzada por Kiev, Vladislav Selesniov, aseguró que en los ataques en las regiones de Donetsk y Lugansk murieron unos mil separatistas, 500 de ellos solamente en Dzerzhinsk. También fueron destruidos tanques y blindados y otro armamento, aseguró.
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