El Vaticano anunció que los turistas que visiten la Capilla Sixtina en los próximos años serán limpiados, desempolvados y enfriados con el objetivo de proteger los frescos pintados en ella por Miguel Ángel hace 500 años y que corren grave peligro por el gran número de visitas que reciben.
Antonio Paolucci, director de los Museos Vaticanos, informó al diario Corriere della Sera sobre los cambios que se realizarán a inicios de 2013 para preservar las pinturas del lugar, reportó la agencia Europa Press.
Al menos cinco millones de personas llegan por año a la Capilla Sixtina y hasta 300,000 al día. Los especialistas en conservación establecieron que los visitantes están causando graves daños en los frescos porque van cargados de polvo y su presencia altera la temperatura de la sala.
El Vaticano tiene previsto instalar en la entrada de la Capilla Sixtina unas alfombras especiales para limpiar los zapatos a los visitantes y unos potentes aspiradores que absorban las peligrosas partículas de polvo de la ropa.
Los turistas también pasarán por una sala en las que se les reducirá la temperatura corporal y el nivel de humedad.
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