La evacuación de los civiles y milicianos de los barrios rebeldes del este de Alepo, Siria, se interrumpió este domingo hasta nuevo aviso después de la quema de autobuses que iban a retirar civiles de dos localidades chiíes, informó a Efe el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abderrahmán.
El director de la ONG añadió que el régimen sirio e Irán exigen garantías para la seguridad en la evacuación de los civiles de las localidades de mayoría chií Fua y Kefraya como condición para retomar la operación de salida de Alepo.
Los autobuses que entraron en Alepo, 15 según la ONG y 25 según la agencia oficial SANA, salieron vacíos de la ciudad.
En cuanto a las otras dos poblaciones chiíes, ubicadas en territorio gubernamental en la provincia septentrional de Idleb, 5 autobuses se quedaron retenidos y 6 fueron quemados, según Abderrahmán.
Un chófer de uno de los vehículos murió en el incendio, agregó el director del Observatorio, que atribuyó el ataque a la facción radical Yund al Aqsa, que juró fidelidad al Frente de la Conquista del Levante, antiguo Frente al Nusra y exfilial de Al Qaeda en Siria.
La agencia SANA atribuyó la quema de autobuses a los grupos terroristas Frente de la Conquista de Levante y Libres de Sham, que cercan las dos poblaciones chiíes.
La evacuación de los civiles se retomó este domingo en virtud de un nuevo acuerdo entre Turquía, Irán y Rusia, después de dos días de bloqueo.
Irán condicionó la evacuación de Alepo a que se hiciera lo mismo con los civiles de estas Fua y Kefraya.
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