La Policía británica estimó que carece de pruebas suficientes para abrir una investigación criminal sobre la posibilidad de que la princesa Diana de Gales, quien murió en 1997, haya sido asesinada por las fuerzas especiales.
“No hay base probatoria que permita abrir una investigación criminal”, puntualizó en un comunicado. Asimismo, consideran que no existe “prueba creíble” para acusar a las Fuerzas Especiales británicas (SAS) de la muerte de la princesa.
La princesa Diana, Dodi Al-Fayed y su chofer Henri Paul murieron el 31 de agosto 1997 en un accidente automovilístico en París. El guardaespaldas de la pareja, Trevor Rees-Jones, fue el único sobreviviente del accidente.
Las investigaciones realizadas por la Policía francesa y británica habían concluido que el accidente fue causado por el estado de ebriedad del chofer, quien manejaba a alta velocidad para escapar de los paparazzi.
Desde hace años, Mohamed Al Fayed, el padre millonario de Dodi y expropietario de los almacenes Harrods, sostuvo que la muerte de la pareja fue el resultado de un complot urdido por el príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel, y ejecutado por los servicios secretos británicos para evitar que Diana, madre de un futuro rey de Inglaterra, se casara con un musulmán.
“El señor Al Fayed proseguirá su lucha para establecer la verdad, o sea que fueron asesinados, y está convencido de que lo logrará”, declaró este martes su abogado, Simon McKay.
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