El Parlamento austriaco aprobó una ley para expropiar la casa natal de Hitler, abriendo así la posibilidad de una pronta modificación arquitectónica, o incluso su destrucción, informa AFP.
La ley fue aprobada casi por unanimidad y pone fin a un largo conflicto entre el Estado y la familia propietaria del edificio, ubicado en el centro de Braunau-am-Inn, justo en la frontera con Alemania.
El Estado alquilaba la casa desde 1972 para poder controlar su uso. Durante años albergó un centro para minusválidos.
Viena tiene que decidir el futuro de este lugar, que se ha vuelto ideal para el peregrinaje de algunos nostálgicos del Tercer Reich y neonazis.
El ministro del Interior Wolfgang Sobotka anunció el lanzamiento de un concurso de arquitectos para transformar la casa. En su opinión, el edificio debería destruirse, pero no todos están de acuerdo.
En cualquier caso, el edificio ya “no (podrá) ser identificado en su forma exterior” y se destinará a albergar una administración o una institución de carácter social, según el Gobierno.
Dato:
Hitler nació el 20 de abril de 1889 en esa casa, la cual está vacía desde 2011, cuando sus propietarios negaron un nuevo uso del edificio.
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