CIUDAD DEL VATICANO / Agencias
El Papa Francisco nuevamente sorprendió, esta vez por sus declaraciones acerca del celibato. Durante un viaje de regreso de Tierra Santa con los periodistas que lo acompañaron, recordó que el celibato no es un “dogma de fe” en la Iglesia Católica, por lo cual “la puerta está siempre abierta” a tratar el tema.
Sin embargo, Jorge Bergoglio se mostró muy prudente sobre esta cuestión. Tras indicar que el celibato “es una regla de vida que aprecio mucho y es un don para la Iglesia”, no hizo promesas y más bien aseguró que el tema actualmente “no está a la orden del día”. Hace poco, trascendió que el Pontífice había recibido una carta de amantes de sacerdotes que le pedían el fin del celibato.
Consultado sobre la pederastia, señaló que los delitos cometidos por religiosos son como “una misa negra”, porque los niños “buscan la santidad” de Dios cuando acuden a las iglesias, y “estos sacerdotes traicionan al Señor”. En ese sentido, reiteró lo que dijo ayer, al asegurar que no hay “privilegios” y que habría “tolerancia cero” frente a “este crimen tan horrible”.
Sobre la investigación que implica al que fue número dos del Vaticano, Tarciso Bertone, dijo que el tema “se examina”, y respecto a la reforma de la Curia, el Francisco indicó que esta continúa y se topa con los obstáculos normales en estos procesos.

Asimismo, señaló que “un Papa que siente declinar sus fuerzas debe plantearse la cuestión de dimitir”, como Benedicto XVI.
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