Autoridades mexicanas confirmaron que al menos cinco de los 12 secuestrados en mayo en un bar de la capital están entre los 13 cádaveres hallados en una fosa, aumentando la zozobra entre familiares que desconfían de la investigación de este caso, de alto impacto en México.
En un mensaje a medios, el subprocurador (vicefiscal) de Control Regional, Renato Sales, confirmó que en la fosa clandestina localizada el miércoles “se obtuvieron los restos de 13 personas”, seis más de las que habían reportado públicamente hasta ahora.
Sales señaló que una de las víctimas, un varón, pudo ser identificado mediante pruebas genéticas y que también tienen “datos suficientes” para creer que los cadáveres de otros dos hombres y dos mujeres pertenecen al grupo de jóvenes secuestrados en el bar Heaven.
Las pruebas que llevaron a estas cuatro identificaciones son tatuajes, implantes y prótesis localizados en los cuerpos, expuso Sara Mónica Medina, directora de Coordinación de Servicios Periciales de la fiscalía general, en la conferencia, en la que no se admitieron preguntas.
Los trabajos de investigación del resto de cadáveres continúan y a todos ellos se les someterá a pruebas genéticas, agregó.
La fiscalía dio a conocer el jueves el descubrimiento de la fosa clandestina en un parque natural de Tlalmanalco, un municipio del Estado de México, situado a 30 kilómetros al sureste de la capital.
El hallazgo se dio durante la inspección de un rancho donde se había denunciado la presencia de armas de fuego. Cerca del lugar se ubicó una fosa cubierta con cemento y sal donde estaban los cuerpos, explicó Sales.
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