Hoy se suspendió la búsqueda de al menos dos docenas de víctimas de la erupción volcánica que ocurrió el domingo 28 de septiembre en el monte Ontake, en Japón. El desastre deja hasta ahora 36 muertos, según cifras oficiales.
Cientos de investigadores militares se preparaban para acceder al monte Ontake a pie y en helicóptero para reanudar la búsqueda de al menos 24 personas atrapadas en una lluvia mortal de ceniza.
Sin embargo, los altos niveles de gases tóxicos y cenizas obstaculizaron la operación. Además, el Gobierno mostró su preocupación por el aumento de la actividad dentro del volcán, que incluye la posibilidad de otra explosión.
Los cada vez más fuertes sismos volcánicos que se registraron esta mañana han aumentado los temores de que el cráter pueda expulsar más rocas o incluso producir otra explosión de vapor, dijo a la agencia Reuters un funcionario de la Agencia Meteorológica de Japón.
“La fuerza de los sismos aumentó anoche, disminuyendo posteriormente y luego aumentando de nuevo esta mañana. Existe la posibilidad de que las cosas empeoren aún más, por lo que es necesario tener precaución”, destacó Yasuhide Hasegawa, funcionario de la División de Volcanes del país.
“La explosión del fin de semana pudo haber expulsado rocas con tanta violencia que estas habrían alcanzado la velocidad de un avión”, señaló el vulcanólogo Kazuaki Ito. “Es difícil saber cómo murieron las víctimas. Pueden haber sido golpeadas por las rocas o por la inhalación de cenizas”, agregó Ito a NTV.
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