La Iglesia católica reclama a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que vete un proyecto parlamentario sobre la atención a víctimas de violencia sexual, el que afirma abriría la vía a una legalización amplia del aborto, en momentos en que el país vive la llegada del Papa Francisco como una visita histórica.
El aborto ya había enfrentado a Rousseff con las iglesias del país en las elecciones presidenciales de 2010, cuando en medio de una fuerte presión envió una carta en la que se comprometió a no despenalizarlo.
La Conferencia Episcopal de Brasil (CNBB) pidió al gobierno, en una reunión junto con representantes de otras religiones y movimientos pro vida, que la presidenta vete dos artículos, considerados más polémicos, que se refieren a la “profilaxis del embarazo” y la información sobre derechos y servicios de salud disponibles para las víctimas, informo la entidad católica.
Los religiosos consideran esos puntos una flexibilización y aún un primer paso a la legalización amplia del aborto en el país, donde actualmente solo es autorizado en casos de peligro de vida para la madre.
La medida hace obligatorio el tratamiento de urgencia a víctimas de violencia sexual en los hospitales públicos, y su acceso a medicamentos para impedir el embarazo no deseado, como la pastilla del día después. El padre Paulo Ricardo de Azevedo Junior ya había afirmado en una audiencia en el Congreso “que los parlamentarios firmaron un cheque en blanco” porque el término “profilaxia del embarazo”, no existía antes y podría ser interpretado libremente.
“Asociar el embarazo con una enfermedad que debe ser evitada, con el término profilaxis, es inadmisible”, dijo la dirección de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil(CNBB), según el diario O Globo de este lunes.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.