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Fidel Castro y la represión contra los homosexuales en Cuba

“Nuestra sociedad no puede darles cabida a esas degeneraciones” dijo alguna vez el ex dictador cuando la homofobia estaba institucionalizada en Cuba.

Fidel Castro y Mariela Castro: Una misma familia, visiones distintas. (Agencias)
Fidel Castro y Mariela Castro: Una misma familia, visiones distintas. (Agencias)

“Nuestra sociedad no puede darles cabida a esas degeneraciones” dijo Fidel Castro en un discurso del 13 de marzo de 1963 refiriéndose a los homosexuales en Cuba, a quienes consideraba una ‘debilidad’ de la revolución.

Aquí un extracto de esa fecha:

“Han llevado su libertinaje a extremos de querer ir a algunos sitios de concurrencia pública a organizar sus shows feminoides por la libre. (…) La sociedad socialista no puede permitir ese tipo de degeneraciones. (..) No voy a decir que vayamos a aplicar medidas drásticas contra esos árboles torcidos, pero jovencitos aspirantes, ¡no!”.

Cuando triunfó la revolución cubana, fueron los homosexuales quienes perdieron: el Gobierno los envió a campos de trabajados forzados, iniciando una ola de persecusión contra la comunidad LGTB en Cuba, acusándolos de ser “contrarrevolucionarios”.

Varios de ellos eligieron migrar de inmediato hacia Miami. En un artículo sobre la homosexualidad en Cuba publicado en el Journal of the History of Sexuality en el 2007, Susana Peña habla sobre la represión:

“Después de la Revolución cubana de 1959, la homofobia y el heterosexismo que ya existía en Cuba se hizo más sistematizada e institucionalizada. El género y la sexualidad entraron explícitamente en el discurso político, incluso con leyes redactadas vagamente dirigidas hacia hombres que transgredían los esquemas de género de los que se pensaba que eran homosexuales”.

En esos años, señala, la homosexualidad masculina se discutía públicamente u el lesbianismo se mantuvo invisible. Por ello entre 1959 y 1980 los hombres homosexuales sufrieron más las consecuencias de la discriminación: opciones profesionales limitadas, detenciones, redadas en las calles y encarcelamiento en campos de trabajo.

Si bien, el dictador moderaría su discurso casi 50 años después, tras asumir su responsabilidad ante lo que llamó “una gran injusticia” —y señalar que él no tenía “ese tipo de prejuicios“— no dejaría de justificar la persecución señalando que en esa época eran otros los problemas que debía atender:

“Piensa cómo eran nuestros días en aquellos primeros meses de la Revolución: la guerra con los yanquis, el asunto de las armas, los planes de atentados contra mi persona. Escapar a la CIA, que compraba tantos traidores, a veces entre la misma gente de uno, no era cosa sencilla; pero en fin, de todas maneras, si hay que asumir responsabilidad, asumo la mía”.

En 1965 se crearon las Unidades Militares de Ayuda a la Producción, una alternativa al servicio militar que agrupaba a religiosos, pacifistas, homosexuales y otros grupos. Se creía que el trabajo y un régimen estricto serviría para ‘rehabilitarlos’. Estos campos serían cerrados tres años después.

Tiempo después, la represión empeoró: la homosexualidad fue declarada una desviación incompatible con la revolución, decisión del Congreso Nacional de Cultura y Educación, lo que daría pie a la institucionalización de la homofobia. Eso ocurrió en 1971. Cuatro años después el Tribunal Supremo Popular anuló las leyes que ordenaban la exclusión de homosexuales en trabajos vinculados a la educación y la cultura.

Sin embargo, y en consecuencia a los pequeños y mínimos pasos que el gobierno dictatorial de Fidel Castro dio respecto al tema, no ha sido hasta hace uno años que se ha reconocido a la comunidad LGTB, la cual tiene respaldo del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), el cual dirige Mariela Castro, hija de Raúl Castro, quien se ha caracterizado por una abierta defensa de las minorías y una firme lucha contra la discriminación.

Mariela Castro ha manifestado siempre su total adhesión al gobierno cubano. De hecho, fue elegida diputada a la Asamblea Nacional de Poder Popular de Cuba en febrero de 2013. Sin embargo, sus posturas son claramente distintas y es una de las figuras claves para la defensa de la comunidad LGTB en la isla.

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