El ex presidente francés de 62 años, Nicolas Sarkozy, y otras 13 personas serán juzgadas por presunta financiación ilegal de la campaña para las elecciones presidenciales de 2012.
La justicia acusa a Sarkozy de haber superado de forma deliberada el tope de gastos de 22.5 millones de euros autorizado por la ley, un delito castigado con un año de prisión y 3.750 euros de multa. Según indicó la fuente judicial, Sarkozy gastó al menos el doble del tope: 42,8 millones de euros.
Sarkozy, que anunció de inmediato que apelaría la decisión de abrir juicio contra él, se retiró de la política en noviembre pasado tras su fracaso en las primarias de la derecha para designar al candidato a las presidenciales de este año.
Desde 2014, la justicia investiga un sistema de facturas falsas que habría servido para rebasar los máximos legales para financiar la campaña del conservador.
Nuevas pistas
Además de Sarkozy, también serán juzgadas otras 13 personas, entre ellas altos responsables de su partido, por falsificación, abuso de confianza, estafa o complicidad en financiamiento ilegal de campañas electorales.
El caso se centra principalmente en un sistema de facturas falsas a gran escala que, aprovechando la falta de los controles, servía para esconder que se rebasaba el máximo de gasto.
El escándalo estalló en 2014, cuando los dirigentes de Bygmalion y Jérôme Lavrilleux, unos de los responsables de la campaña, revelaron el sistema de financiamiento de la campaña de Sarkozy.
La investigación no ha permitido dilucidar quién tomo la decisión aunque varios implicados indican que Jérôme Lavrilleux tuvo un papel clave en la financiación, aunque él afirma que sólo lo supo después de la campaña.
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