En España, quienes tienen deseos de convertirse en toreros tienen que pasar por escuelas taurinas. Pero esto estaría a punto de cambiar. La tauromaquia podría alcanzar la profesionalización académica en los próximos meses.
El Ministerio de Educación de España está promoviendo este anteproyecto que ha recibido un aluvión de críticas de los sectores antitaurinos. Como se conoce, en comunidades autónomas como en Cataluña y Canarias las corridas de toros se encuentran prohibidas.
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La propuesta de título que viene promoviendo el gobierno cuenta con 12 módulos y 2,000 horas de estudio. Tiene el alcance de Titulo de Formación Profesional y está destinada a quien no pueda terminar la ESO (la educación secundaria, en Perú).
El curso es denominado: “Tauromaquia y Actividades Auxiliares Ganaderas”.
El estudiante de tauromaquia tendrá que aprender “a desempeñar las tareas propias de los matadores de novillos sin picadores aplicando las bases de la pureza en el toreo”, señala el currículo al que han tenido acceso medios españoles.
Pero el documento también especifica la enseñanza más cruel del oficio: clavar las banderillas y dar el estoque final al animal para matarlo.
Una vez superada esta formación, el estudiante de toreo estará preparado para trabajar como “matador de novillo sin picadores, banderillero de novillos, picador de novillos, peón agropecuario o pastor”.
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Como argumento de la propuesta, el documento señala que “la tauromaquia es una manifestación artística desvinculada de ideologías que forma parte de la cultura tradicional y popular. El futuro de la tauromaquia está ligado a su consideración como parte esencial del Patrimonio Histórico, Artístico, Cultural y Etnográfico de España”.
RECHAZO ANTITAURINO
Desde 2010 las corridas de toros se encuentran prohibidas en Cataluña y justamente en dicha comunidad autónoma se presentó una de las más firmes oposiciones a la propuesta del gobierno.
“Lo que tendríamos que hacer es ayudar a esos estudiantes a terminar los estudios básicos, pero en lugar de eso les quieren hacer banderilleros”, ironizó Irene Rigau, consejera catalana, en una entrevista en Catalunya Ràdio.
Según explicó Rigau, de momento la propuesta es solo un borrador. Para convertirse en decreto necesita el apoyo de la conferencia sectorial de Educación, donde debatirán las diferentes comunidades autónomas.
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