Un estadounidense llamado Igor Baksht compró en diciembre último un PlayStation 4 en un local de Walmart en Denver, Colorado (EEUU) para regalárselo a su sobrina de 13 años. Al abrir el paquete en casa, Baksht descubrió que en lugar del videojuego la caja contenía dos bolsas rellenas de piedras.
“La abrí solo para asegurarme de que todos los contenidos estuvieran dentro. Ya era tarde y no pude volver a la tienda porque había cerrado”, afirmó Baksht.
El hombre decidió ir a un local de Walmart que atendiera 24 horas para presentar su reclamo, pero le dijeron que debía ir a la misma tienda donde había adquirido el PlayStation 4.
Una vez allí, el empleado de Walmart que lo atendió le dijo que ese equipo había sido devuelto con antelación. La tienda por departamentos se negó a devolver el dinero, pero después de que el caso se hiciera público, optó por hacer lo contrario.
En diciembre de 2012 pasó algo muy similar en un Walmart de Alabama, sólo que en vez de un PlayStation 4, fue un Nintendo 3DS. En esa oportunidad la caja del videojuego traía papel higiénico en su interior.
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