Cuando Carter conoció a Rowdy su mundo cambió. Dejó de sentirse distinto y logró salir del cuadro de depresión en el que cayó luego de que los médicos le diagnosticaran vitiligo, enfermedad degenerativa de la piel en la cual se va perdiendo pigmentación y aparecen manchas blanquecinas por todo el cuerpo.
Stephanie Adcock, madre de Carter, contó en una nota para El Clarín, que decidió buscar ayuda cuando un día iba a llevar a su hijo al colegio y este le dijo que no quería ir porque “odiaba su cara y odiaba la manera en que se veía”.
Stephanie se dio cuenta que si no hacía algo por su hijo, todo podía complicarse. Así, se lanzó a buscar una solución en Internet y encontró algo que le podía servir de ayuda: una foto de Rowdy, un perro labrador negro, de 13 años, popular en las redes sociales y que, como su hijo, también había sido diagnosticado con vitiligo el mismo año que Arter.
Carter y su madre viven en Arkansas, mientras que Rowdy y su dueña, en Oregon, ciudades de Estados Unidos no muy cercanas, pero Stephanie estaba decidida a llevar a su hijo a conocer al perro labrador.
El encuentro fue mágico. Carter volvió al colegio renovado, sin tristeza, sintiéndose igual y no diferente. La mamá de Carter y la dueña de Rowdy están intentando buscar un método para que el niño y el perro puedan verse seguido.
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— Diario Perú21 (@peru21noticias) 23 de marzo de 2017
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