Un médico de la ciudad de Bogotá, Colombia, violentó contra dos perros provocando la muerte de uno de ellos. El accionar del doctor se debió a que el animal horas antes le mordido la pierna a su menor hijo.
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De acuerdo con lo que relata Juliana Suárez, dueña de ambas mascotas, la perrita murió debido a las varias patadas que le propinó su agresor. Las violentas acciones provocaron que sus costillas quedaran rotas en su totalidad y su caja torácica resultara destrozada.
¿Cómo sucedió?
El hecho ocurrió cuando Suárez sacó a pasear a su perrita en la tarde del último miércoles. En el camino, se encontró con una vecina quien andaba con su hijo de casi 5 años. El menor se asustó y rompió a llorar porque el animal empezó a ladrar. Esto hizo que la mascota entrara en desesperación y terminara mordiéndole la pierna.
La mujer contó para el medio colombiano Cable Noticias, que logró llegar a un acuerdo con la madre del pequeño porque la mordedura no fue de consideración. Sin embargo, esto no pareció entender el padre del niño, quien por la noche de ese mismo día, se dirigió hacia la casa de Suárez.
El otro can está grave
Ella manifiesta que nadie se encontraba en su domicilio, salvo su empleada quien fue a dar una vuelta a la manzana con las dos mascotas. Es en ese instante que el médico la interceptó para arremeter contra los animales.
La situación del can que sobrevivió a la agresión es de estado delicado porque tiene su hígado inflamado y cuenta con lesiones de consideración en su cadera.
“El niño sufre una agresión mínima por uno de estos caninos, el padre en situación de intolerancia ataca horas después a los animalitos. Se está prestando asesoría a los dueños de los animales”, señaló el coronel Luis Benavides, inspector de la Policía de Bogotá.
El médico, según la joven, se llama Carlos Alberto Mora y es dueño de una clínica de la localidad. Las autoridades colombianas aún se encuentran en la búsqueda del médico para que pueda rendir sus argumentos.
¿Qué le esperaría al médico?
La Ley de Protección de Animales que rige en Colombia fue aprobada el pasado 6 de enero y estipula que, la persona quien violente contra cualquier mascota, podría ser encarcelado con hasta 36 meses de pena privativa de la libertad y el pago de 60 salarios mínimos mensuales.
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