La localidad china de Linzhou (centro) abrió una investigación contra un policía chino, quien, en estado de ebriedad, arrancó un bebé de siete meses de los brazos de su padre y lo tiró al suelo, indicaron el domingo medios de comunicación oficiales.
El ayuntamiento de Linzhou ha puesto en marcha “un equipo de investigadores” para esclarecer el incidente, indicó el comité local del Partido Comunista chino, en declaraciones recogidas por la agencia estatal Xinhua.
La bebé, hospitalizada por fractura craneal, está fuera de peligro, según medios locales, si bien debe ser transportada a Pekín “para ser sometida a más exámenes médicos”, señalaron las autoridades de Linzhou, citadas por Xinhua.
A la salida de un karaoke, el policía Guo Zengxi se aproximó a los padres de la pequeña, mientras paseaban por la mencionada localidad de la provincia central de Henan una tarde de finales de julio, según relató el sábado el diario Legal Evening News.
Según este periódico, que cita un responsable del ayuntamiento, el efectivo, bajo los efectos del alcohol, había apostado con dos amigos que el padre llevaba en sus brazos un muñeco y no un bebé de verdad.
El agente fue detenido inicialmente 15 días por falta disciplinaria. Luego de que se conociera la noticia en redes sociales, las autoridades ordenaron su arresto y lo trasladaron el domingo a una prisión local.
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