Ha pasado una semana desde que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama pisó Cuba por primera vez, en un hecho que fue calificado como “histórico” por la prensa internacional.
Mientras tanto, quien fuera el comandante de la revolución cubana publicó este lunes una carta titulada “El hermano Obama”, en el periódico Granma, en la que cierra su discurso con una frase demoledora.
No necesitamos que el imperio nos regale nada. Nuestros esfuerzos serán legales y pacíficos, porque es nuestro compromiso con la paz y la fraternidad de todos los seres humanos que vivimos en este planeta.
Fidel Castro puso en cuestionamiento algunas palabras que el presidente norteamericano mencionó en su discurso sobre los esclavos. (Según Obama, “Cuba, al igual que Estados Unidos, fue constituida por esclavos traídos de África y tiene herencias en esclavos y esclavistas”).
“Siento el deber elemental de responder al discurso de Obama en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso” —pronunciado el 22 de marzo, luego de reunirse con Raúl Castro y disidentes al régimen cubano—, dijo Fidel Castro, y acto seguido respondió:
Las poblaciones nativas no existen para nada en la mente de Obama. Tampoco dice que la discriminación racial fue barrida por la Revolución; que el retiro y el salario de todos los cubanos fueron decretados por esta antes de que el señor Barack Obama cumpliera 10 años. La odiosa costumbre burguesa y racista de contratar esbirros para que los ciudadanos negros fuesen expulsados de centros de recreación fue barrida por la Revolución Cubana.
“Mi modesta sugerencia es que reflexione y no trate ahora de elaborar teorías sobre la política cubana”, remató Fidel.
“RIESGO DE INFARTO POR LAS PALABRAS DE OBAMA”
“De cierta forma yo deseaba que la conducta de Obama fuese correcta”, dice Castro en su artículo, para luego recoger algunas parte de las —según él— “almibaradas” declaraciones realizadas por el mandatario estadounidense en su discurso. (En particular, cuando dijo: “dejemos el pasado, miremos al futuro, mirémoslo junto, un futuro de esperanza. Y no va a ser fácil, va a haber retos, y a esos vamos a darles tiempo”)
“Se supone que cada uno de nosotros corría el riesgo de un infarto al escuchar estas palabras del presidente de Estados Unidos”, ironizó Fidel, denunciando a renglón seguido el bloqueo del que es objeto Cuba desde hace casi seis décadas:
“Nadie se haga la ilusión de que el pueblo de este noble y abnegado país renunciará a la gloria y los derechos, y a la riqueza espiritual que ha ganado con el desarrollo de la educación, la ciencia y la cultura”, sostiene el histórico líder revolucionario, advirtiendo de que la isla es capaz de “producir los alimentos y las riquezas materiales que necesitamos con el esfuerzo y la inteligencia de nuestro pueblo”.
Y luego vino esa frase que mencionamos al inicio de esta nota, que deja entrever que una cosa son las palabras y otras cosa son los hechos, y que a veces una no tiene nada que ver con la otra, y sobre todo que aún queda un enorme trabajo por hacer para recomponer las relaciones entre ambos países.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.