El Tribunal Supremo de Brasil sentenció hoy a seis parlamentarios y exlegisladores en el juicio contra una trama de corrupción ocurrida en 2005, durante el primer mandato de Luiz Inácio Lula da Silva, y los condenó a penas que suman 39 años de cárcel, así como al pago de millonarias multas.
En esa lista figura el exdiputado federal Pedro Correa, del Partido Progresista (PP), que pasará nueve años y cinco meses en un centro de reclusión por asociación ilícita, blanqueo de dinero y corrupción pasiva.
Asimismo, el diputado Valdemar Costa Neto, del Partido de la República (PR), recibió una pena de siete años y 10 meses por lavado de dinero y corrupción pasiva.
También fueron sentenciados los exdiputados José Borba, que pertenecía al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB); Romeu Queiroz, del Partido Laborista Brasileño (PTB); Carlos Alberto Rodrigues, convertido recientemente al PR, y el parlamentario Pedro Henry, del PP, que recibió una condena de siete años y dos meses de cárcel.
En total, los seis condenados deberán abonar multas que ascienden a 4,27 millones de reales (US$2,05 millones).
En sesiones anteriores del llamado “juicio del siglo” han sido sentenciados destacados líderes del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) como el exministro de la Presidencia José Dirceu, durante décadas el principal escudero de Lula.
También fueron sancionados el expresidente del PT José Genoino y el antiguo tesorero de esa formación Delubio Soares.
En el proceso que se inició el pasado 2 de agosto, el Tribunal Supremo ha declarado culpables a 25 de los 37 acusados de la trama de corrupción.
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