Un delincuente perseguido por la policía se atrincheró hoy durante más de tres horas en una iglesia de Río de Janeiro. El sujeto ingresó al templo justo cuando el sacerdote celebraba una misa y lo tomó como rehén.
Según medios de Brasil, el hampón había robado una farmacia cercana al templo junto a dos cómplices, que huyeron corriendo. El hecho ocurrió en el barrio de Ipanema, en el que hubo un tiroteo entre los ladrones y las fuerzas del orden.
“Vi pasar (al hombre) con un arma apuntando al altar y el padre levantó las manos hacia arriba. El joven puso el arma en la cintura y lo llevó para atrás del altar. Después dejó al padre y tomó a un ministro de la eucaristía (que asiste al sacerdote en la misa)”, explicó al portal G1 Eva Barros, de 75 años, quien estuvo en la misa.
Después de varias horas de negociación, el delincuente –cuya identidad es desconocida hasta ahora– se rindió y fue arrestado. En el incidente no hubo heridos.
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