Hace 27 años, millones de ciudadanos de Berlín se reunieron para celebrar la posibilidad de transitar libremente a través de una ciudad y un país que fue dividido por un gran muro que separó familias y amigos por varias décadas. La caída del Muro de más de 155 kilómetros fue también un factor esencial en el fin de la Guerra Fría, aquel momento de la historia en el que el mundo fue dividido en dos bandos: el oriental comunista liderado por la ex Unión Soviética y el occidental capitalista de Estados Unidos.
La existencia de esta construcción, se remonta a finales de la Segunda Guerra Mundial en 1945, en donde los vencedores de la gran guerra decidieron dividir el territorio de Alemania. Así, dividieron el país en cuatro zonas de ocupación aliada: el este del país pertenecería a la Unión Soviética mientras que las del oeste serían para Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia.
LA CONSTRUCCIÓN DEL MURO EN 1961
Con la ayuda de las fuerzas soviéticas que ocuparon Alemania, el partido comunista del país, El Partido Socialista Unificado de Alemania (PSU), empezó a establecer una dictadura en Alemania del Este, llamada República Democrática Alemana, dictando diferentes medidas en el país.
Por entonces, las medidas económicas y políticas del partido no fueron aceptadas por gran parte de la población de este sector, lo que ocasionó grandes migraciones al oeste a finales de los años cuarenta. En agosto de 1961, Alemania del este había perdido un sexto de su población.
Esta situación llevó a que el PSU decida cerrar la frontera entre Alemania del este y oeste (República Federal de Alemania) a inicios de 1952. Ante ello, varios ciudadanos decidieron trasladarse rápidamente hacia el oeste pese al peligro que esto representaba.
Luego, el 13 de agosto de 1961, el PSU empezó a colocar alambres de púas para sellar el borde alrededor del oeste de Berlín con el fin de detener la creciente migración a Alemania del oeste y además posicionar su poder en los ciudadanos. Sin embargo, estas construcciones no pudieron detener los intentos de escape por lo que las barreras al borde de Berlín fueron expandidas y reforzadas.
LA EXPANSIÓN: DE 1961 a 1989
Pese a las continuas mejoras al muro, el PSU no pudo detener la migración hacia el oeste. Según el Berlin Wall Memorial, esta situación ocasionó todo lo contrario: debido a que el muro separó a amigos y parientes en Berlín, la presión de los ciudadanos de Berlín del este de escapar fue mucho mayor.
Conforme las personas trataron de escapar, el PSU continuó expandiendo las fortificaciones de la frontera. Así, lo que empezó como una simple pared, evolucionó en una instalación fortificada con múltiples capas de cemento para prevenir escapes.
A fin de fortalecer su autoridad y evitar más escapes, el PSU ordenó la demolición de edificios para crear espacio para una “zona especial” para soldados para así tener vistas libres del campo. Estas fueron luego llamadas “Zonas de la muerte”.
Conforme pasaron los años, más barreras se construyeron en ese tramo. En la década del setenta, un segundo muro interior (llamado “Hinterlandmauer”) fue agregado, lo que permitió bloquear el borde de Berlín del este y la República Democrática de Alemania.
¿QUÉ TAN DIFÍCIL ERA CRUZAR EL MURO?
Las fortificaciones en la frontera eran constantemente mejoradas. Según el Berlin Wall Memorial, a inicios de los años ochenta, una pared interna de la “Zona de la muerte” era el primer obstáculo que los fugitivos enfrentaban, además de las alarmas que se activaban.
Las púas solían colocarse en el suelo como alfombras que herían gravemente a los que trataban de escapar del este. Estas eran conocidas en Alemania del oeste como “Alfombra de Stalin”. Incluso luego de salir de ahí, los alemanes debían evitar las “trampas de tanques”, los cuales estaban instalados en caso se prepare un escape con un vehículo. Estos obstáculos se complementaban también con perros que estaban entrenados para atacar y alertar a los soldados.
De noche, la zona de frontera se vigilaba con potentes luces que permitía ver a los fugitivos en la oscuridad. Para hacer su trabajo más efectivo, se pintaron los muros de blanco para que así las personas pudieran ser fácilmente reconocidas.
También se construyeron torres de vigilancia, que estaban alejadas, una de otra, a 250 metros de distancia. Estaban posicionadas de manera que los guardias de las torres puedan ver el área entre ambas zonas.
LA CAÍDA
En la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (lo que hoy es la OSCE, Organización para la Seguridad y Coperación en Europa) en Helsinki en 1975, Alemania del Este acordó en principio, aunque sin admitirlo, el derecho de las personas de transitar libremente a Alemania del Este. Esto causó que miles de ciudadanos de Alemania del este presentaran formularios para inmigrar permanentemente a Alemania del oeste.
Además, un movimiento de oposición política empezó a desarrollarse en Alemania del Este en los años ochenta, el cual expresaba la crítica a la política y condiciones sociales que se vivían en el país. Asimismo, el daño ambiental y el estancamiento económico originaron fuertes disconformidades y rabia a los ciudadanos, llevando a que se alejen así de Alemania del este.
Después de que Mikhail Gorbachov se convirtió en el Secretario General del Partido Comunista en la Unión Soviética en 1985, la situación política en el bloque del este empezó lentamente a cambiar. Gorbachov primero intentó solucionar los problemas económicos y sociales usando reformas políticas internas. En 1988, Gorbachov renunció a la doctrina Brezhnev, un principio político a la política extranjera soviética que establecía límites de soberanía a los países adscritos al Pacto de Varsovia. Este cambio permitió que estados de Alemania del este determinen sus propias normas nacionales.
Finalmente, el 9 de noviembre de 1989, Günter Schabowski, el portavoz del partido comunista de Berlín del Este anunció un cambio en las relaciones de su ciudad con la del oeste. Empezando a la medianoche, anunció que los ciudadanos del GDR eran libres de cruzar las fronteras del país. Esto ocasionó que dos millones de ciudadanos de Berlín del este y oeste se reúnan con cerveza y champagne y gritando “Tora uf!” (Abran el muro!).
Este hecho ha sido considerado como la más grande fiesta en la calle en la historia del mundo. De esta manera, se iniciaron las demoliciones del muro por los ciudadanos, quienes utilizaron martillos y combas. Muchas personas cogían los restos y los guardaron como recuerdos. Estas destrucciones permitieron espacios en el muro por el que las personas podían pasar. Asimismo, varios miembros del gobierno de Alemania del este y tropas, empezaron a tomar medidas para vender los restos del muro.
CIFRAS
- 138 personas murieron intentando cruzar el muro entre 1961 y 1989.
- 100 fugitivos de Alemania del Este que murieron, fallecieron por accidente o se suicidaron al intentar escapar de las fortificaciones de la frontera.
- 30 personas del este y oeste de Berlin, que no intentaban escapar, fueron disparados o murieron en un accidente.
- 8 soldados de Alemania del Este, murieron por desertores, fugitivos, o un policía de Alemania del Oeste, ya sea por accidente o intencionalmente durante su deber.
- Existen otros 251 viajeros que murieron durante o después de haber cruzado el borde de Berlín.
Fuente: Berlin Wall Memorial
Esta nota fue originalmente publicada el 09/11/15; sin embargo, la volvemos a publicar –actualizada– debido a que hoy se cumple un nuevo aniversario de la caída del muro.
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