Fritz Du Bois,La opinión del director
director@peru21.com
Para empezar, el pesado lastre de la crisis internacional se está desinflando. Si bien aparecen nuevos fantasmas a diario,como el abismo fiscal norteamericano, el hecho innegable es que lo peor ya ha pasado y no habrá un shock a lo Lehman que amenace con descarrilarnos. Por lo que no será la situación en el exterior la que nos obligue a un frenazo.
Mientras que a Humala ya le han perdido el miedo luego de 18 meses de continuidad, ya no tendría ningún sentido que trate ahora de regresar al chavismo, un manejo económico adecuado parece garantizado. Así que cualquier temor que se hubiera mantenido luego de la elección, y que pudiera estar inhibiendo alguna decisión de inversión, lo más probable es que sea finalmente enterrado.
Asimismo, no hay elecciones y es, en realidad, el último año de este mandato en el que podemos estar totalmente confiados de lograr fiscalmente un buen resultado. A partir del 2014, con las elecciones regionales, arranca el ciclo electoral donde habrá evidente presión para aumentar el gasto.
Por otro lado, la nube más negra en el horizonte ya está identificada y es el riesgo de que la asonada antiminera que Santos y sus secuaces están preparando se nos vaya de las manos. Por lo que lo menos que podrían hacer en el gobierno es encargar a media docena de generales de la Policía, que están sobrando, el seguimiento de lo que se está tramando. Lo que sería injustificado es que nos digan de nuevo que la violencia de la protesta los ha sorprendido, que los ha agarrado con los pantalones abajo.
Este es el año de la serpiente de agua en el calendario chino, en el cual proyectos postergados se concretan y se disfruta de auge monetario. La mesa parece servida para los peruanos.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.