Fritz Du Bois,La opinión del director
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Incluso, si uno ve el mapa comercial peruano, tenemos asegurados –gracias a una docena de tratados– los mercados latinoamericanos, europeos, norteamericanos y del sudeste asiático. Lo que nos falta completar en nuestro acceso al comercio universal son Rusia, India, los países árabes y el continente africano.
De ellos, a los que podríamos acceder con más facilidad sería a los del Golfo Arábigo. Esa zona ha sido históricamente un punto de encuentro para mercaderes y está acostumbrada a comerciar con todo aquel que tenga algo que ofertar. Pero, adicionalmente, tiene el atractivo especial de ser un gran exportador de capital. Así que el mandatario debería exigirle a su burocracia que ponga manos a la obra de inmediato.
Así, lo primero que deben asegurar es el contar con una red de representación que sea adecuada en la región. Para ello no debemos de estar en Kabul –donde solo hay talibanes y burócratas internacionales– sino en todos los países del golfo, desde Kuwait hasta los Emiratos Árabes, pasando por Qatar y terminando en Omán. Para lo cual se debe ejecutar la inversión que sea necesaria, y si para poder financiarla se tiene que cerrar alguna misión en otro lado, entonces, a tomar esa decisión rápidamente.
Luego, el Gobierno tiene que sacudirse del estatismo que le está pesando, y que lo tiene paralizado, para promover proyectos de inversión del sector privado, que es justamente donde hay más potencial para poder concretar algo en el corto plazo. Al final, si logramos desarrollar una corriente económica y comercial con los países árabes, se habrá justificado lo que la Cumbre nos ha costado.
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