22.NOV Viernes, 2024
Lima
Última actualización 08:39 pm
Clasificados
Opinión

Como si no fuera suficiente la creciente inseguridad, ahora estamos frente a una racha de secuestros y asaltos perpetrados por policías en sus días de franco.

Fritz Du Bois, La opinión del director
Como si no fuera suficiente la creciente inseguridad, ahora estamos frente a una racha de secuestros y asaltos perpetrados por policías en sus días de franco. Así, tenemos que, hace unos días, tres efectivos murieron baleados por sus compañeros cuando estaban por secuestrar a un empresario. Hoy estamos informando de oficiales de Inteligencia participando en otro intento de plagio. Es evidente que se tiene que llevar a cabo una reforma radical en la fuerza policial, la cual debería empezar con la separación de todos aquellos sospechosos de estar involucrados en alguna actividad criminal. Para empezar, se les debería pasar a disponibilidad en el acto.

Esto último nos parece fundamental ya que en el sector Interior se quejan constantemente de que el Poder Judicial siempre está boicoteando sus intentos de moralización restituyendo a la mayoría de los malos policías que son separados. Sin embargo, cuando estos son readmitidos por mandato judicial, les dan nuevamente poder y responsabilidad. Es francamente absurdo que a efectivos con historial delincuencial, quienes ya habían sido expulsados de la Policía, les vuelvan a dar armas y los destinen a unidades operativas, como Inteligencia, para que tengan capacidad de extorsionar o asaltar a los ciudadanos.

Incluso, cada vez que se denuncia que uno de los retornados por algún magistrado ha cometido un delito, resulta que estaba perfectamente informado y apertrechado gracias al cargo que le habían dado. Solo queda pensar en la complicidad de altos mandos a cargo, ya que nadie a ese nivel puede ser tan desubicado.

En realidad, con regresarlos a la planilla y mandarles su sueldo a fin de mes se cumple con la obligación legal. Más aún, si los jueces insisten en que tienen que efectivamente laborar, que los pongan a todos en un galpón a contar frejoles sin teléfono ni función hasta que se aburran y se vayan de la institución.


Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.