Fritz Du Bois,La opinión del director
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Así, tenemos que argumentar que no se requiere de la asunción de mando constitucional para iniciar un mandato por ser ‘presidente en ejercicio’ les debe de parecer una burla a los venezolanos. Al igual que se deben de sentir burlados por el engaño de Chávez, quien les aseguró que ya estaba sano, cuando al día siguiente de la elección se desplomó y nunca se ha recuperado.
¿Qué habría ocurrido si el ausente presidente electo hubiera sido, más bien, el candidato de la oposición? Sin duda alguna, el día de hoy, el presidente del Congreso estaría tomando posesión y convocando a nuevas elecciones en el acto. Sin embargo, como el que está moribundo –si es que está aún entre nosotros– es Chávez, simplemente patean el tablero mientras tratan de diseñar algún esquema para mantenerse en el poder sin tener que arriesgar de pasar por un proceso democrático.
Por otro lado, Hugo Chávez siempre se aseguró de la lealtad de otros líderes en el exterior gracias al uso tan generoso que le dio durante muchos años al dinero de los venezolanos. Así que ahora está cobrando las letras que le han firmado diversos presidentes sudamericanos –liderados en Unasur por nuestro mandatario–, quienes se reunirán en La Habana mañana seguramente para avalar e intentar legitimar lo que, en la práctica, no es otra cosa que un golpe de Estado.
En realidad, es una lástima que Humala esté arriesgando su alto nivel de aprobación juntándose con los malos del vecindario, recordándole así a la población las propuestas trasnochadas con las que originalmente se presentó, lo que podría enfriar el actual entusiasmo. Al final, por donde se vea, es muy desatinado el que se esté prestando a esa oscura maniobra de los bolivarianos.
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