Emilio Palacio,Columnista invitado*
Pero la bonanza parece haber llegado a su fin. “Los años 2014 y 2015 serán difíciles para la economía”. No lo dijo el FMI ni los periodistas que el régimen persigue sino el presidente, a fines del año pasado.
El festín del petróleo se comenzó a agotar el 2011. El gasto público se incrementó a tal punto que ni siquiera el petróleo caro lo podía sostener. Correa recurrió entonces a la deuda con China. El país le debe 8,000 millones de dólares a Pekín. Pero el gigante asiático sólo presta dinero a cambio de la promesa de más petróleo, y resulta que la producción del país se ha estancado.
Correa dijo por eso que “revisará” el precio de los combustibles. En el lenguaje ‘neoliberal’, ese era el eufemismo con el que se anunciaba que subirían de precio. Al día siguiente, estallaban manifestaciones, y en el caso del Ecuador, tres presidentes renunciaron por ese motivo. Pero había una diferencia: protestar no estaba prohibido, la prensa informaba del malestar, y los líderes de la oposición sólo iban a la cárcel si jueces independientes los condenaban. Hoy, nada de eso existe. Las organizaciones indígenas informan que 180 dirigentes afrontan juicios por terrorismo. El caricaturista Xavier Bonilla tuvo que retractarse por un dibujo. Y el propio presidente se encarga de anunciar por televisión a quién deben sancionar los jueces.
Se viene un nuevo ‘paquetazo’ en Ecuador, el primero en mucho tiempo, pero ya no en el contexto de una débil democracia sino de una férrea dictadura.
- Periodista ecuatoriano, asilado en Estados Unidos.
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