Fritz Du Bois,La opinión del director
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Desde hace tiempo era evidente en los sondeos de opinión que la inseguridad era el principal problema para los peruanos, pero como no era un tema mediático, el gobierno no se daba por enterado.
Ahora, con la falta de capacidad de respuesta ante la indignación que los asaltos y asesinatos están causando, ha quedado desnudado que el gobierno no está preparado. Más aún, sus absurdos ataques a los medios por haber difundido las imágenes del crimen de la notaría indicaría que están muy nerviosos por la situación, lo que explicaría la manera tan inadecuada con la que han reaccionado.
En realidad, Humala no se encontraba en tan incómoda posición desde la primera erupción de Conga, al inicio de su mandato. Entonces la derrota política la solucionó con un cambio de gabinete, pero el problema de fondo nunca fue enfrentado y ha seguido aumentando. Diariamente aparecen nuevos focos en contra de la inversión propiciados por su exaliado Santos.
Mientras en el caso de la inseguridad se esperaba mucho del mandatario y claramente el resultado hasta hoy es un gran fracaso. Por lo que el electorado se siente desilusionado, lo cual está poniendo nuevamente contra la pared a Humala, quien va a ver caer los altos niveles de aprobación que había logrado.
Por ello, creemos que el presidente debería tomar el toro por las astas con una reforma policial. Que de pronto descubran que se podría destinar mil policías más a patrullar la ciudad lo primero que lleva es a preguntarnos ¿dónde estaban esos efectivos la semana pasada ?, ¿resguardando funcionarios o protegiendo, como en Trujillo, las ‘escapadas’ de los altos mandos?
Sin duda la incapacidad de aquellos a cargo de la fuerza policial es el problema, y se requiere de una decisión radical para solucionarlo.
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