Amarrar al perro también es maltrato

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A ver, le propongo un ejercicio: imagínese que usted está atado con una cadena o cuerda a un poste sin nada que hacer, sin ningún sitio al que ir y sin que nadie lo pueda acompañar o liberar. Dramático, ¿no es así? Pues esto es lo que les ocurre a miles de perros que se quedan amarrados en el patio, en la azotea o en el jardín de la casa. No se imagina el gran daño que se les está causando, el que incluso podría llevar a la muerte al can.

En primer lugar, lo primero que cambiará en su mascota es el temperamento. Se volverá muy agresiva, hiperactiva y la verá constantemente ansiosa, ya que su instinto natural es a formar grupos y mantener contacto con otros de su misma especie o con los humanos, a los que solo ve cuando le dan su comida. Esta desesperación hará que trate de soltarse y, en aquel intento, podría ahorcarse.

Otra cosa que debe tomar en cuenta son los cambios drásticos de temperatura (sobre todo si el animalito se mantiene al aire libre). Esto le podría generar una serie de enfermedades en la piel y en su sistema respiratorio.

Por último, y aunque un poco menos importante que todo lo anterior, está la enorme molestia que los ladridos y aullidos del can les causarán a sus vecinos. Lo recomendable es que si no va a ser un dueño responsable, no adopte a un perro. (Adaptado de www.dogsdeservebetter.org y de perros.about.com).

DATOS

- Antes que atarlo, es preferible que deje a su can con un familiar o amigo.

- La agresividad aumenta en estos perros.