El renombrado director de cine japonés Hayao Miyazaki dijo adiós en una multitudinaria rueda de prensa en Tokio en la que explicó que abandona la realización para poder “ser libre y hacer algo diferente a la animación”.
“Siempre he dicho que quería retirarme, pero esta vez es verdad”, bromeó en el arranque del evento Miyazaki, que desde los noventa había reiterado con frecuencia su deseo de dejar la profesión.
El realizador, de 72 años, explicó que tomó una decisión definitiva tras concluir su último largometraje, Kaze tachinu (The Wind Rises). “Me he dedicado a fondo al filme y en ese momento no pensaba en retirarme; solo sentía presión por si podía o no podía acabarlo”, aseguró.
Lejos quedan los tiempos en los que Miyazaki y su equipo hacían películas “en cuatro o cinco meses”, como en el caso de Rupan sansei: Kariosutoro no shiro (Lupin the III: The Castle of Cagliostro, 1979), su debut en la dirección seis años antes de fundar su productora Studio Ghibli junto al también realizador Isao Takahata y al productor Toshio Suzuki.
“Mi equipo y yo éramos jóvenes y solíamos pensar que producir estas películas era algo que se hacía una vez en la vida. Yo no tenía problema en perder horas de sueño. Pero no puedes pedir trabajar a ese ritmo siempre, porque la gente se hace mayor y tiene que elegir entre el trabajo o su familia”.
Miyazaki subrayó también que los periodos de producción entre película y película se han ido alargando mucho con respecto a la era más fértil de Ghibli, entre mediados de los ochenta y los noventa, cuando el estudio produjo prácticamente un largometraje al año fruto “todas las ideas acumuladas” que tenían sus fundadores.
“Han pasado cinco años entre mis dos últimas películas. La siguiente no la podría estrenar hasta dentro de seis o siete años, yo ya tendría prácticamente 80 y estaría agotado”, explicó el director de Mononoke Hime (Princesa Mononoke), al asegurar que le ha ido costando cada vez más encontrar materiales para inspirar sus obras.
“Ante todo soy animador y para expresarme tengo que dibujar y eso significa que tengo que estar horas en la mesa de dibujo. Por mucho que me haya cuidado, con el tiempo se ha reducido el tiempo en que puedo estar ahí concentrado”, afirmó.
OTROS PROYECTOS
Miyazaki no quiso afirmar si seguirá produciendo al menos cortometrajes, aunque aseguró que seguirá yendo a su famoso “atelier”, construido cerca de los dos pequeños edificios que Ghibli tiene desde los noventa en el apacible barrio tokiota de Koganei.
También confesó que quiere dedicar tiempo “como voluntario” a renovar el Museo Ghibli de Tokio y a preparar nuevas exposiciones, y que tiene otras muchas cosas que le gustaría “hacer, o al menos intentar”.
Por su parte, el productor de Studio Ghibli Toshio Suzuki explicó que Miyazaki le comunicó el pasado 19 de junio su intención de retirarse, pero que el estudio prefirió retrasar el anuncio para no interferir con el lanzamiento y promoción de Kaze tachinu.
El productor confirmó que además de Kaguya hime, el nuevo filme de Isao Takahata que se estrena en Japón el 23 de noviembre, el estudio trabaja en una película que podría llegar a las pantallas niponas en verano de 2014, pero de la que no quiso ofrecer detalles.
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