A puertas de la presentación oficial como pareja que tendrán el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa junto a la modelo Isabel Preysler en una gala de apertura de una nueva tienda de Porcelanosa, en Manhattan, su hijo menor Gonzalo Vargas Llosa concedió una entrevista exclusiva para el portal ABC, y reveló que sus padres aún no han hablado sobre la opción del divorcio.
Tras ser consultado por la salud de su madre Patricia Llosa, Gonzalo mencionó que la interrupción súbita de un matrimonio tan largo como el suyo es duro, sin embargo indicó que su madre “es una mujer fuerte y (que) cada día que pasa la noto más tranquila”.
“Entiendo que hasta el día de hoy mis padres no han hablado de la opción de divorcio. No hay que olvidar que hace solo tres meses celebraban sus 50 años de matrimonio”, contó el hijo menor de la familia en la entrevista telefónica que le realizaron.
Gonzalo Vargas Llosa narró que la relación que mantenían sus padres era una “unión ideal”, debido a que el Nobel es un escritor compulsivo y Patricia una ama de casa, madre y abuela compulsiva.
“Mi madre también ha sido su fiel confidente: es la persona a quien, junto con Carmen Balcells (su agente literaria), le pedía que leyera los borradores de sus novelas antes de ponerles el punto final, o, hasta hace apenas tres meses, a quien le leía en voz alta sus artículos antes de enviarlos al periódico”, confesó Gonzalo.
[Isabel Preysler (y Mario Vargas Llosa) hicieron que estos aretes se agoten]
Tres meses ya han pasado desde que se supiera la relación extramatrimonial que Mario Vargas Llosa y la modelo Isabel Preysler mantienen. Desde entonces, Gonzalo y Morgana no han mantenido comunicación con su padre. Referente a la imagen del Nobel ante la prensa nacional e internacional, su hijo expresó que nada puede ensombrecer su talento.
“Ni mil fotos en las revistas del corazón podrían mermar la genialidad de Conversación en La Catedral o de La Guerra del Fin del Mundo. En ese sentido, felizmente las obras maestras, a diferencia de los reportajes en la prensa del corazón, sobreviven intactas al paso del tiempo. Pero sí me preocupa que su figura de intelectual comprometido, de «consciencia moral» en Iberoamérica, pueda verse afectada”, agregó el último de los Vargas Llosa.
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