progresar@arellanomarketing.com
Algunos productos se compran más en ciertas épocas del año, como las flores en San Valentín y los útiles escolares en marzo. A estas mercancías se les llama productos estacionales, pues tienen momentos de mayor demanda y otra ‘temporada baja’ con menor volumen de ventas.
¿A los negocios que ofrecen estos productos les serán rentables las épocas de menor demanda? Para estos existen dos estrategias que parten de conocer bien al consumidor: la diversificación y la innovación.
La diversificación es flexibilizar los negocios para que amplíen sus productos. Por ejemplo, una heladería en invierno puede, además, ofrecer mazamorras calientes con sabores similares a los de sus helados. La segunda estrategia, la innovación, es acondicionar sus productos para que resulten más atractivos en temporadas bajas. Por ejemplo, los bares inventaron el concepto after-office.
Por supuesto, estas estrategias no se proponen superar las ventas de las épocas más prósperas, sino que buscan aumentar la productividad cuando hay menor demanda.
Por último, estas recomendaciones pueden beneficiar a otros rubros con oscilaciones de ventas más discretas, como las cebicherías, con menos clientes en días fríos y que podrían promocionar sus chilcanos o chupes calientes. Como ve, es un tema de no resignarse a “quedar fuera de estación”.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.