Andreas von Wedemeyer, presidente de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), sostuvo que en el mediano plazo se requiere implementar políticas de Estado integradas en áreas centrales como educación, salud, leyes laborales, infraestructura, institucionalidad, reforma del Estado, ordenamiento territorial, sistema de pensiones, conectividad, entre otros.
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Asimismo, señaló que en el corto plazo se requiere también ejecutar medidas que generen confianza y resultados inmediatos en los primeros 100 días del nuevo Gobierno.
Von Wedemeyer indicó que dichas medidas deben inyectar un shock de confianza; además, no deben ser aisladas, sino retroalimentarse entre ellas.
“Estas medidas deben apuntar a mejorar los niveles de competitividad de la economía, a destrabar proyectos, a reducir la informalidad, fortalecer la institucionalidad y reducir la inseguridad ciudadana”, explicó.
Adicionalmente detalló que las ‘primeras reformas’ deberían cumplir cuatro condiciones: primero, que exista consenso en el diagnóstico del problema que abordará; segundo, que su implementación no sea costosa fiscalmente hablando; tercero, que tenga un costo-beneficio positivo para la sociedad y cuarto, que pueda ejecutarse en unos seis meses.
En el caso de la confianza empresarial, el presidente de la SNI explicó que si la siguiente administración gubernamental da señales claves e inequívocas de querer realizar reformas, la confianza se fortalecerá.
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“No olvidemos que la inversión privada viene cayendo por nueve trimestres consecutivos. Tratar de cambiar esa tendencia es un proceso; por ello, las buenas señales son vitales para facilitarlo. No podemos darnos el lujo de seguir postergando las reformas”, agregó.
Faltan reformas
De acuerdo con Von Wedemeyer, la ausencia de reformas estructurales no permite reducir la informalidad que afecta a más de 11 millones de trabajadores, quienes no gozan de derechos ni beneficios laborales, y tampoco facilita la lucha contra la pobreza que afecta a cerca de 7 millones de peruanos.
Recordó además que en noventas, el Perú empezó a ejecutar reformas económicas e institucionales que le permitieran cimentar las bases para lograr el anhelado desarrollo.
No obstante, y pese al crecimiento sostenido en los últimos años, muchas reformas se quedaron a medio terminar o pendientes de iniciarse. Ello sumado a la reducción de los precios de los minerales, hace evidente la necesidad de ejecutar reformas que ayuden a aumentar la productividad y la competitividad de la economía peruana.
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