La cotización del oro cayó ayer más de 1% y se ubicó en menos de US$1,200 la onza, con lo que se encaminó a su mayor pérdida anual en más de tres décadas, casi un 30%.
La razón es que se registra un aumento del apetito de los inversionistas por el riesgo y que han mejorado las perspectivas de una recuperación económica global. El oro es considerado como un refugio contra la inflación, que actualmente no es una preocupación para el sector privado.
La cotización cerró la jornada en US$1,195 la onza. Este desempeño en 2013 implica poner fin a 12 años seguidos de avances.
En tanto, la plata perdió 2.4% y se ubicó en US$19.95 la onza. Este metal ha retrocedido 35% en el año, su peor desempeño anual desde 1982.
Además, el platino cayó ayer 1.2% (US$1,355.5 la onza) y el paladio bajó 0.25% (US$705.96 la onza).
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