Alberto Mendieta
En el 2011 las exportaciones totalizaron US$46,350 millones, de los cuales el 78% correspondía a envíos tradicionales y 22% a no tradicionales, mientras que, en 2015, los envíos sumaron US$33,645 millones (27.4% menos que hace cinco años), donde los productos tradicionales tuvieron una participación de 68% y los no tradicionales, 32%.
Evidentemente hubo un cambio donde los productos con menor valor agregado perdieron terreno. Ello fue generado por el menor precio internacional de los commodities, lo que impactó en la minería tradicional principalmente, sector que aún concentra más del 50% de las exportaciones, ya que el país tiene una producción marcada por minerales. No obstante, el sector agropecuario y agroindustrias ha venido tomando importancia dentro de los productos no tradicionales, principalmente por el impulso de las uvas frescas y los espárragos.
Esto evidencia que el Perú sigue exportando materia prima (metales) con muy poco valor agregado, pese a los esfuerzos por diversificar las exportaciones. El envío de productos no tradicionales (con valor agregado) no se frenó, y en 2015 creció 7% respecto al 2011. En ese sentido, se debe lograr que este segmento tenga una participación más grande en las exportaciones.
En el 2015 el Perú envió productos a un total de 183 países y, de estos, solo a cinco vendió el 55.3% de todo: China, Estados Unidos, Suiza, Canadá y Japón. Los mercados más importantes en el 2011 eran los mismos, que en su conjunto, representaban el 54.6% de las exportaciones. Esto hace que el Perú dependa del bienestar de estos países, y con ello nace la necesidad de tener más presencia en otros mercados.
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