Con la constitución del Centro Latinoamericano de Asesoramiento Empresarial (CLAE), Carlos Manrique Carreño engañó a más de 200 mil personas, la cual es considerada la estafa económica más grande que ha ocurrido en el Perú.
[Cómo reconocer una estafa piramidal]
Fue en febrero de 1978 que CLAE empezó a funcionar para “brindar servicios de asesoría, consultoría y administración de empresas”. Lo cierto es que lejos de lograr ingresos rentables con estas actividades, Carlos Manrique tuvo que girar su negocio hacia la captación de dinero ofreciendo “altos retornos”.
¿Qué significaba esto? Pues que CLAE pasó a funcionar en base a un esquema piramidal. Convenciendo a miles de personas para que depositen sus ahorros bajo el compromiso de que se les devolvería el dinero con intereses superiores, Manrique logró reflotar su negocio, pero únicamente en beneficio suyo.
Algo que tienes que saber de una estafa piramidal es que la entidad ofrece siempre ganancias por encima del mercado formal. Además, paga bonos extras para atraer a clientes. Siempre dice que serás rico si convences a más personas de invertir su dinero y que cada vez sean más afiliados.
El problema es que es mentira porque, mientras las cabezas ganan comisiones por cada nuevo que entra, en algún momento dejarán de poder captar afiliados y los nuevos (la base de la pirámide) dejarán de percibir dinero. Y eso fue lo que pasó con CLAE.
Pero lo que debe preocuparnos no está en el pasado, sino en el presente. De acuerdo con un reporte de la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS), al menos 10 empresas utilizan el esquema piramidal en nuestro país.
Lo complicado, explica Carlos Cueva, jefe del Departamento de Asuntos Contenciosos de la SBS, es que estas empresas se han sofisticado: ahora venden productos, servicios y ofrecen comisiones si traes más gente.
¿Te suena familiar? El año pasado Herbalife fue acusada de sostenerse sobre un esquema piramidal.
Lo mejor que puedes hacer es estar atento, no queremos otro CLAE.
DATO
En 1992, durante el primer gobierno de Alberto Fujimori, la Superintendencia de Banca y Seguros buscó formalizar la institución. Para ese entonces, CLAE movía cerca de US$640 millones sin rendir cuentas al Estado. Tras no lograr demostrar claramente sus movimientos, el 29 de abril de 1993 el Gobierno decidió intervenirla. Finalmente, el 16 de mayo de 1994, por orden de la Corte Suprema, se ordenó disolverla.
Diego Pereira
diego.pereira@peru21.com
@algunpereira
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