“Con los huevos de Vargas”. La frase aún retumba en el recuerdo de los hinchas de la selección peruana que hace siete años vieron cómo Juan Vargas se puso en la piel de un tigre para defender y, a la vez, correr con el balón por la banda izquierda del estadio Monumental.
[Selección peruana: Perú no empató ante Colombia… ¡Perdió!]
Faltaba medio minuto para que termine el partido que Perú venía perdiendo contra la Argentina de un joven Messi y la historia se prestaba a repetir la fórmula que cada peruano menor de 30 años tiene aprendida de memoria: jugamos como nunca, perdimos como siempre.
La derrota se había comenzado a dibujar a los 88’, cuando Cambiasso, de un fuerte remate, había puesto el 1-0 para Argentina. Silencio total en el Monumental, que hasta ese momento era el lugar más caliente de la ciudad. Hasta Chemo del Solar parecía haber perdido las esperanzas luego del gol argentino y, junto a su asistente, parecía esperar el final del cotejo.
Con seis puntos hasta antes de ese partido, solo nos quedaba la esperanza de ganarle a Argentina, que también llegaba urgida de victorias. El futuro parecía oscuro, como de costumbre.
Pero la derrota no estaba inscrita en el corazón de Juan Vargas. El lateral, que en ese entonces era el estandarte de la selección peruana, no quería irse derrotado del Monumental y agarró el balón, a los 92 minutos, solo para soltarla medio segundo después *en un pase a Johan Fano.
[Fano selló el 1-1 de Perú frente a Argentina en el último minuto]
En su corrida por la izquierda, Vargas dejó en el camino a Sebastián Battaglia, quien en una reciente entrevista confesó que aún no puede olvidar la corrida del lateral que, en ese entonces, defendía los colores de la Fiorentina.
El ‘Loco’ llegó galopando hasta un poco más del borde del área, donde habilitó a Fano, que la tocó y decreto el 1-1. A Juan Pablo Carrizo, quien por entonces era el ‘1’ argentino, solo le quedó recoger el balón y dársela al árbitro, que dio el pitazo final.*
Finalmente, no clasificamos al Mundial de Sudáfrica 2010. Terminamos últimos de aquella eliminatoria, pero sin duda alguna esa alegría, esos segundos de satisfacción de ver correr a Vargas y dejar atrás a los argentinos nadie no los quitará. Ya son 7 años de aquella gran jugada y ya es tiempo de que aparezca otra.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.