Luego que el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) anulara el proceso que derivó en su inhabilitación por diez años para ejercer cualquier cargo dentro del fútbol peruano, a Julio Pacheco se le vio muy campante en compañía de Luis de Souza Ferreyra, presidente de la Asociación Deportiva de Fútbol Profesional.
El extitular de Universitario fue suspendido el año pasado por la Comisión de Justicia de la Federación Peruana de Fútbol (CJ-FPF) por el caso de las planillas fraudulentas, una argucia empleada en su gestión para que la ADFP —entonces igualmente dirigida por De Souza Ferreyra— permitiera a los cremas jugar el Descentralizado 2011.
Aquel ilícito fue un modus operandi conocido de los clubes que adeudaban mensualidades a sus planteles. Los jugadores firmaban las actas, aunque no recibían sus pagos. Eso lo sabían todos en el medio futbolístico, incluida la ADFP, pero nadie hizo nada.
Recién en setiembre de 2012, la Comisión de Justicia de la ADFP suspendió dos años a Pacheco y a otros dirigentes, entre ellos Guillermo Alarcón, expresidente de Alianza. En febrero de 2013, la CJ-FPF amplió el castigo a diez años, pero el TAS acaba de anular todo el proceso debido a que Pacheco no fue notificado y no pudo ejercer su defensa. El caso comenzará de nuevo, aunque se acelerarán los tiempos para que el fallo salga lo antes posible.
¿De qué habrán conversado Pacheco y De Souza Ferreyra? ¿Pacheco estará buscando apoyo para evitar su inhabilitación definitiva? Tal vez fue solo el reencuentro de dos amigos, nada más.
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