Las autoridades de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) resolvieron posponer el encuentro que el Parma debía jugar el domingo en casa ante el Udinese, ya que el club local no puede asumir el costo de la seguridad del estadio Ennio Tardini.
Los funcionarios municipales dictaminaron que el partido se podía disputar sin público, pero la FICG resolvió suspender el encuentro, correspondiente a la vigésimo cuarta fecha del Calcio.
La entidad todavía no ha fijado la fecha para la realización del cotejo, aunque está descartado que le otorguen los tres puntos al Udinese.
Último en las posiciones de la Serie A con 10 puntos en 23 encuentros, el Parma atraviesa una grave crisis financiera desde que comenzó la temporada, que determinó que cambiara ya dos veces de dueño en los últimos dos meses.
El nuevo propietario del Parma, Giampietro Manenti, asumió su cargo la semana pasada, pero no pudo hacer frente a las deudas con el fisco, los jugadores y empleados del club, que no cobran desde hace cinco meses.
A pesar de la deuda, que asciende a más de US$136 millones, los futbolistas del Parma confían en una solución y por el momento resolvieron no tomar ninguna medida en contra del club.
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