Adam Lindin Ljungkvist es un jugador de fútbol sueco del Pershagen SK —club de la séptima división de fútbol de ese país— que fue expulsado por lanzarse un pedo en pleno partido contra el Jarna SK, que perdió 5-2.
Esta es la versión que el jugador brindó a los medios de comunicación:
“Estaba mal del estómago y en el último minuto del partido me tiro un pedo, entonces el juez vino y me mostró la tarjeta amarilla, y a continuación una roja (…) Fue una vergüenza extraña, no podía creerlo. Creo que se escuchó demasiado fuerte. Fue como un estruendo”.
Lo que Adam sospecha, según sus declaraciones, es que el árbitro pensó que lo había hecho contra un oponente: “Pero no creo que sea especialmente inteligente provocar a un rival con un pedo”, afirmó.
Y su percepción fue correcta, porque el árbitro, Dany Kako, argumentó esto: “Veo que lo hizo para provocar a un jugador rival. Lo hizo a propósito y por eso le mostré la segunda tarjeta amarilla”.
Un delantero rival, Kristoffer Linde, aseguró que “estaba bastante lejos, pero pude escuchar el pedo alto y claro. Fue lo más raro que había visto nunca en un campo de fútbol y llevo jugando desde los ocho años”.
La noticia dio vuelta al mundo y por primera vez un club de séptima división adquirió tanta importancia. El diario sueco LT.se aprovechó la instancia para entrevistar al jugador, quien se mostró sorprendido: “No puedo creer cómo algo tan pequeño pudo ser tan grande”, confesó.
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