En un nuevo aniversario de la muerte del ‘Lolo Fernández’, recordamos esta entrevista que Perú 21 realizó Carlos Lara en 2013 al editor fundador de Todo Sport.
Se ha escrito y comentado mucho sobre la leyenda de Teodoro Fernández. Pero quién mejor que Javier Rojas Schreiber, editor fundador del diario Todo Sport, que vio jugar y fue amigo del gran ‘Lolo’ para contarnos las vivencias y anécdotas del gran ‘Cañonero’, leyenda del deporte peruano que se inmortalizó por sus goles y por su amor a Universitario y que hoy cumpliría 102 años de vida.
¿Qué siente ser uno de los pocos privilegiados en haber visto jugar a Teodoro ‘Lolo’ Fernández?
Una gran satisfacción. Mi admiración por ‘Lolo’ surge porque cuando era niño y tenía 12 años, allá por 1945, la gente comentaba mucho de ‘Lolo’ y un día con los chicos de mi barrio, en Lince, juntamos nuestras propinas para ir a verlo al viejo Estadio Nacional que era de madera. Ese día no recuerdo contra qué rival jugó la ‘U’, pero ‘Lolo’ hizo un gol y nos dimos ese gusto.
¿Esa admiración también fue porque era un tipo humilde?
Sí. Era la persona más sencilla y humilde que he conocido. Una vez su esposa Leonor me contó que cuando ‘Lolo’ salía a comprar a la panadería o a la bodega se demoraba y ella se preocupaba. ¿Qué es lo que pasaba? Que la gente lo reconocía y él empezaba a contar historias y anécdotas pues era muy conversador.
¿Y en la cancha también era sencillo?
Sí. Lo que me llamaba la atención de ‘Lolo’ era que nunca celebraba los goles. Anotaba y bajaba la cabeza y se iba al medio de la cancha. Una vez le pregunté por qué no festejaba sus conquistas y me dijo: ‘Pensaba que celebrar al batir a un arquero, iba a humillar a un colega’. Evitaba hacerlo porque iba sentir un remordimiento.
¿Es cierto que era una persona metódica?
No le gustaba el alcohol, pero me contó que solo una vez en su vida se emborrachó y fue celebrando un triunfo ante Alianza Lima. Sucede que Alejandro Villanueva lo llevó a una ronda de bohemia y él, en medio de la alegría, se descuidó. Supo cuidarse, no hacía desarreglos, por eso era fuerte.
Lo curioso es que siendo amigo de Alejandro Villanueva y Valeriano López, ‘Lolo’ no fue como ellos.
Eran amigos, paraba con ellos, pero cuando Villanueva y Valeriano se iban a sus reuniones, él prefería irse a descansar a su casa.
¿Es verdad que una vez destrozó el parante de un arco?
Sí, es cierto. Pero no fue en el Estadio Nacional, sino en un pueblo y como el palo del arco estaba algo maltrecho lo rompió de un ‘chuñazo’, como él llamaba a sus remates, lo que hizo que el arco se caiga. Otra anécdota que me contó fue que una vez, en un pueblito, que tenía un estadio pequeño, la gente que no pudo ingresar se trepó a los árboles para ver el encuentro y en un tiro libre el balón fue a un árbol, y por la violencia del remate, como tres personas que estaban trepadas se cayeron.
¿Le contó cuál era el secreto de la potencia de sus remates?
Me dijo que la potencia de sus remates con la pierna derecha y de ‘Lolín’ (Eduardo), con su zurda, era porque de niños recibieron una buena alimentación. ‘El ‘bitute’ (la comida) nunca faltaba en casa y era poderoso’, me decía.
Usted tuvo el privilegio de ser amigo de ‘Lolo’, ¿pero cómo surgió su amistad con el ‘Cañonero’?
Cuando empecé a trabajar en el diario Expreso, en 1961, cubría la ‘U’ y ‘Lolo’, que ya se había retirado, siempre iba a los entrenamientos del equipo a jugar ‘pichangas’ y aprovechaba para hacerle notas. A él le gustaba hablar mucho con los periodistas, pero nuestra amistad se hizo más fuerte cuando le hice una serie de anécdotas para El Popular en 1983. Era muy conversador, podíamos conversar cinco horas y su señora tenía que decirle: ‘Ya ‘Lolo’ apaga la radio’.
¿Cuál fue el mejor partido de ‘Lolo’?
Una vez le pregunté cuál fue el mejor partido de su vida pensando que fue ante Finlandia, en las Olimpiadas de Berlín, donde marcó cinco goles, pero me sorprendí cuando me dijo que su mejor actuación fue en aquel 5-0 ante Racing, un 24 de diciembre de 1945. ‘Esa tarde estuve iluminado, hice cinco goles y hasta metí un gol de ‘palomita’. Ese fue el regalo de Navidad a la afición’, me contó.
¿‘Lolo’ le dijo por qué rechazó el cheque en blanco de Colo Colo?
El viaja Chile reforzando a Alianza Lima y en un partido ante Colo Colo, el zaguero Wilson comenzó a marcarlo con violencia y en una pelota disputada se dio cuenta que el defensa quería romperle la pierna, se avivó y alzó la pierna. Al final el defensa salió lesionado y a ‘Lolo’ se lo llevaron a la comisaría. El presidente de Colo Colo hizo las gestiones para liberarlo y luego le hace la oferta para que jugara en su club. Le entregó un cheque en blanco y le dijo que ponga la cifra que quiera, que lo piense bien. Llegado el momento, ‘Lolo’ agradeció el interés de Colo Colo y le dijo: ‘Yo tengo un compromiso con la ‘U’, no puedo quitarme ese amor que siento por la crema’.
¿Por qué cree que quienes no vieron jugar a ‘Lolo’ lo admiran?
Por su sencillez, humildad. No solo los hinchas de la ‘U’ lo admiraban, sino de los demás equipo. El día de su despedida, cuando hace tres goles a Alianza Lima, la hinchada baja a la cancha lo carga en hombros y lo obliga a dar la vuelta olímpica. En medio de esa ovación la hinchada de Alianza se quedó en la tribuna y lo aplaudió.
Agradeciéndole su gentileza, ¿ha visto algún otro futbolista que se asemeje a ‘Lolo’ Fernández?
‘Lolo’ es inigualable en todo aspecto. Como futbolista fue disciplinado, cuando entraba a la cancha, ya sea jugando por la ‘U’ o la selección, no se guardaba nada y en el lado personal. Pese a que su fama trascendió en Sudamérica, nunca tuvo un desplante, fue una persona humilde.
Carlos Lara Porras
clara@peru21.com
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