Minutos de terror y de profunda angustia vivió Gloria Valdez Layten, trabajadora de la discoteca a la cual llegó fuera de sí Eduardo Romero Naupay, el asesino de Independencia.
Gloria Valdez Layten, encargada de revisar al público femenino que ingresaba al local, relató a Frecuencia Latina cómo se encontró cara a cara con el sujeto que ese viernes por la noche acabó con la vida de cuatro inocentes.
“Ingresó (a la discoteca) con una risa ‘cachosa’ y mientras me apuntaba, tenía la mirada fría”, sostuvo la testigo.
Tras un intercambio de frases, la trabajadora recibió un impacto de bala en el hombro del que se salvó de milagro.
“Yo le decía (al asesino) ‘ya cálmate, si quieres ven y roba’, pero de frente me tiró un balazo y el impacto cayó en mi hombro”, sostuvo la trabajadora de la discoteca Seven.
Gloria Valdez contó que Eduardo Romero Naupay le dio un empujón tras el segundo balazo, momento en el que perdió la estabilidad y cayó al suelo.
La testigo señaló que permaneció conmocionada y recostada, esperando poder sobrevivir porque todavía podía escuchar disparos que cada vez se iban alejando más.
“Yo estaba mirando hacia la pared y no veía más, solo escuchaba uno, dos tres, diez disparos y me quedé quieta”, señaló la joven, quien pensó que el joven regresaría para robarle en cualquier momento.
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